El arte como paliativo para el sufrimiento de personas que conviven con la enfermedad

Esta semana nos escribe Silvia Fernandez, educadora social y directora y cofundadora de Arte Paliativo. Su nombre quizá resulte muy revelador, pero las tareas que llevan a cabo con las personas a las que tratan van mucho ya de lo que nos podemos imaginar. Artepaliativo es una entidad social que acompaña el bienestar emocional de personas que padecen una enfermedad avanzada o a final de vida a través del proceso creativo en sesiones individuales o talleres grupales, en el hospital o a domicilio. Hay que añadir además que ella misma asegura que seria genial y muy beneficioso poder trabajar también con las personas mayores que viven en residencias. Empezamos!

La población está más envejecida, que las enfermedades crónicas aumentan y que la medicina avanza y por consiguiente se alarga el final de la vida, lo cual implica que se deben atender paliativamente a un mayor número de personas. Así lo explicaban ya, Sanz, J. i Pascual, A. en el 2003 “Hay que rescatar y redescubrir, si cabe, el fenómeno de “cuidar”, actualmente eclipsado por la sobre expansión de los aspectos curativos de la medicina”.

¿Pero nos hemos planteado como afrontar esta situación? ¿Somos conscientes de la importancia de reforzar la persona en su totalidad, más allá de la dimensión física? ¿Tenemos consciencia de que el último tramo de la vida puede ser una oportunidad para encontrar el sentido de la vida y despedirse de la propia existencia con consciencia y dignidad? ¿Somos conscientes de los efectos anímicos que la condición que una enfermedad avanzada puede generar en la persona? Y la pregunta más importante ¿Tenemos confianza en que estos efectos se pueden trabajar, cuidar y diluir?

Es por esto, que la entidad social Arte Paliativo acompaña el bienestar y el sufrimiento emocional de personas que padecen una enfermedad avanzada o al final de vida a través de la expresión artística, el counselling, la educación social y las bellas artes.

arte paliativo

¿Qué pasa en una sesión grupal de Arte Paliativo?

Antes que nada, pasamos por todas las habitaciones de la planta para invitar personalmente a las personas que están en el hospital, tanto pacientes como familiares. Les explicamos que es una actividad abierta y gratuita, a la que pueden llegar cuando quieran y marchar cuando quieran.

Cuando lleguen se encuentran una mesa llena de material plástico muy diverso: lápiz de colores, hilos, pasta de papel, objetos naturales, telas, agujas de media y de aguja de gancho, lanas, pintura, pinceles, dibujos para pintar como mandalas u otras imágenes, entre otros.

Les explicamos el motivo que nos trae allí, y es que hemos comprobado que el arte va muy bien para relajarse, expresar emociones, recordar, divertirse, sentirse bien con una misma, darse cuenta de que pueden hacer muchas más cosas de las que se piensan, así que les damos un espacio donde hacerlo. También les decimos que es un taller muy libre, en el que pueden elegir qué hacer y como hacerlo, que el resultado final no es lo más importante sino estar allá, juntos, atreviéndose a explorar los materiales artísticos y expresar emociones libremente, si lo necesitaran.

Nuestra manera de trabajar es proporcionando mucha libertad y sobre todo validando todo el que hacen, animándolos a apostar por la diferencia. Hay personas que se sienten cómodas de entrada con esta premisa (la de la libertad) y enseguida se ponen a trabajar en una imagen. Otros, se sienten perdidas, que quiere decir esto? Y ahora qué hago? En estos casos les damos una propuesta de actividad que se les dé confianza y tranquilidad, como por ejemplo pintar un mandala o una flor que les guste. Cuando ya traen algunas sesiones, y han asimilado que el espacio está vacío de juicio poco a poco van recuperando la confianza en sus propias ideas y opiniones, así como recuperando el sentido y el gusto a la autonomía, y empieza a renacer la ilusión para crear algo propio, genuino. No es que antes no se los gustara sentirse autónomos, con sólo que ya no lo recordaban, hacía tiempos que no lo experimentaban, y se habían olvidado del bien que les hacía.

Silvia Fernandez, directora de arte paliativo

Silvia Fernandez, directora de arte paliativo

Esta forma de intervención permite que cada persona se exprese desde sus inquietudes, intereses estéticos, conceptuales y matéricos, y sobre todo, desde su necesidad. Así, aunque el taller es grupal, el proceso y la intervención terapéutica es mayoritariamente individual.

En una misma sesión pues, pueden convivir experiencias muy diversas pero que conducen en todo el mundo hacia el mismo fin: una mejora en el estado anímico.

 

Ejemplos de experiencias en el Hospital de Terrassa (CST):

M dice que no sabe pintar, dibujar ni hacer nada artístico, que ella se ha pasado la vida trabajando y que nunca ha hecho arte. También habla de su inutilidad y del hecho de que ahora ya no puede hacer nada del que hacía antes (comentario muy recurrente en este contexto).

Aún así se sienta a la mesa y empieza a tocar el material. Le cuesta conectar con la actividad (es normal que cueste conectar con el interés genuino, aquello propio, sobre todo cuando no lo has sido haciendo durante unos meses), pero en estos casos la intervención se centra al sostener la sensación de desilusión y aburrimiento, animando a la persona a no rendirse, a seguir esforzándose para conectar con ella misma.

Cuando estaba a punto de abandonar cogió una rama seca y la levantó, utilizando la plastilina. Una vez aquí, ya lo tenía: empezó a coger elementos, objetos y a decorar el árbol, hacerlo crecer, darle un vestido. Y consiguió hacer una pieza escultórica propia, que la llenó de orgullo, felicidad y tranquilidad. Había conseguido hacer algo que tenía sentido por ella, porque era propia y porque lo había hecho desde la libertad.   “¿Cómo puede ser que yo haya hecho esto?” El arte nos vincula con la capacidad más pura del ser humano, la capacidad de crear. Y crear nos hace descubrir cosas que no sabíamos de nosotros mismos, y descubrirnos nos conecta con la ilusión de existir.

Para acabar, agradecer a Silvia y a sus colaboradores que nos hayan enviado este artículo. Después de hablar sobre arte paliativo nos hemos dado cuenta del gran futuro e importancia que tiene la labor que desempeñan y les animamos a seguir adelante.

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