Por qué decir «no» al uso de sujeciones en una residencia de la tercera edad

El uso de sujeciones en residencias de mayores ha sido un tema controvertido durante años. Sin embargo, cada vez más estudios y expertos en Geriatría coinciden en que prescindir de ellas no solo es posible, sino beneficioso para los residentes. Por ello, en Inforesidencias.com consideramos importante explorar por qué decir «no» al uso de sujeciones en una residencia. También por cómo apostar por alternativas más respetuosas y seguras.

Decir «no» al uso de sujeciones en una residencia es una decisión basada en la evidencia y en el respeto a los derechos de las personas mayores. Apostar por un modelo de atención libre de sujeciones no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también beneficia a sus familias y a los profesionales del sector.

Si buscas una residencia de mayores que garantice la autonomía y el bienestar de tus seres queridos, asegúrate de que cuente con este enfoque libre de sujeciones. El cambio hacia una geriatría más humana es posible y necesario.

¿Qué son las sujeciones y por qué se utilizan?

Pero empezemos por saber brevemente de qué hablamos. Las sujeciones físicas o químicas son métodos empleados para limitar el movimiento de una persona, generalmente con el objetivo de evitar caídas o situaciones de riesgo. Estas pueden ser cinturones, muñequeras, barandillas en la cama o incluso fármacos sedantes.

Tradicionalmente, se ha justificado su uso para prevenir accidentes, pero la evidencia demuestra que pueden causar efectos adversos graves, como déficit cognitivo, deterioro muscular, depresión y un aumento del riesgo de caídas tras su retirada.

Motivos para eliminar el uso de sujeciones

1.- Vulneran la dignidad y los derechos de la persona

El uso de sujeciones atenta contra la autonomía y la libertad de los mayores, quienes tienen derecho a un trato digno y respetuoso. En países como Dinamarca o Suecia, su uso está prohibido y se han implementado con éxito modelos libres de sujeciones.

2.- Aumentan el riesgo de complicaciones físicas y psicológicas

Contrario a la creencia popular, las sujeciones no previenen caídas, sino que pueden aumentar su frecuencia una vez retiradas. Además, generan estrés, ansiedad, pérdida de movilidad y un deterioro generalizado de la salud. Esta es, sin duda, una de las mejores razones para explicar a las familias de por qué decir «no» al uso de sujeciones en una residencia.

3.- Existen alternativas seguras y eficaces

Numerosas residencias han demostrado que es posible eliminar las sujeciones implementando estrategias como:

  • Diseño del entorno adaptado: Espacios sin barreras arquitectónicas, iluminación adecuada y pavimentos antideslizantes.
  • Atención centrada en la persona: Planes de cuidado individualizados que fomentan la autonomía y reducen la agitación.
  • Terapias no farmacológicas: Actividades físicas, cognitivas y ocupacionales para mejorar el bienestar de los residentes.
  • Formación del personal: La capacitación en el manejo de situaciones complejas permite reducir la necesidad de sujeciones.

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