¿Qué tipos de residencias para personas mayores existen?

A menudo se habla de “residencias de ancianos” como si fueran un modelo único, pero lo cierto es que no existe una sola tipología de residencia. Existen muchos tipos de centros residenciales, y su variedad responde a las distintas necesidades, grados de autonomía, condiciones médicas, posibilidades económicas y preferencias personales de quienes vivirán en ellos.

A continuación, te explicamos las principales formas de clasificar las residencias:

Según el grado de dependencia

Una primera clasificación sería teniendo en cuenta el nivel de autonomía de la persona mayor. Las residencias para personas autónomas están dirigidas a quienes pueden llevar a cabo las actividades básicas del día a día sin necesidad de ayuda constante. En estos centros, la dimensión hotelera cobra especial relevancia: habitaciones amplias, espacios comunes agradables, terrazas y servicios de ocio son sus puntos fuertes.

En segundo lugar encontramos las residencias asistidas (las más habituales). Son centros que pueden o no tener un alto nivel de instalaciones como el anterior tipo pero que están adaptadas para atender a persones con dependencia media y media-alta. Por último, existen residencias especializadas, pensadas por ejemplo para personas con gran dependencia, demencias avanzadas o que requieren atención intensiva en procesos de recuperación postoperatoria.

Según la titularidad y la financiación

También se pueden clasificar según quién gestiona el centro y cómo se financian las plazas:

  • Las residencias públicas están financiadas por la Administración y su acceso está regulado mediante baremos y listas de espera. Son una opción económicamente accesible, pero requieren de un procedimiento de solicitud y valoración médico-social.
  • Las residencias privadas son gestionadas por entidades no públicas. El acceso es más rápido y directo, sin necesidad de cumplir requisitos administrativos, aunque el coste corre íntegramente a cargo del residente. En algunos casos, se puede acceder a ayudas públicas como la prestación vinculada al servicio (conocida como «Cheque Servicio») para reducir el gasto.
  • Las residencias concertadas o colaboradoras funcionan como un modelo mixto: son centros privados que ofrecen determinadas plazas financiadas por la Administración. El acceso a estas plazas subvencionadas se realiza bajo los mismos criterios que las públicas.

Según el tipo de alojamiento

Dentro de una misma residencia, pueden encontrarse distintos tipos de alojamiento. Lo más habitual es elegir entre:

  • Habitaciones individuales, con baño propio y mayor intimidad. Son más caras, pero ofrecen más privacidad.
  • Habitaciones compartidas, que resultan más económicas. También permiten una supervisión conjunta más directa.

Además, se está consolidando el modelo de unidades de convivencia, donde grupos reducidos (de entre 8 y 25 personas aproximadamente) viven en un entorno que imita el de un hogar, con zonas comunes compartidas y atención por un equipo fijo.

Según la modalidad de estancia

Si bien la práctica totalidad de residencias de la tercera edad admite o son para estancias permanentes, también pueden aceptar estancias temporales. La estancia permanente implica que la residencia se convierte en el nuevo hogar del residente de forma indefinida. Por su lado, las estancias temporales están pensadas para periodos de recuperación, rehabilitación postoperatoria o como solución puntual para ofrecer respiro a las familias cuidadoras. Este tipo de estancia es más habitual en residencias privadas.

Algo antes de terminar

Ya has visto que hay varios tipos de residencias para personas mayores. Elegir una residencia adecuada no es una decisión sencilla, ni debe tomarse a la ligera. El abanico de opciones es amplio, y eso permite encontrar soluciones ajustadas a cada necesidad. Si buscas la residencia que mejor se adapte a ti puedes hacerlo desde inforesidencias.com

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