Mial Torrelodones en radio Leganés

El jueves pasado, en ES GRANDE SER MAYOR, el programa en LGN Radio que habla de residencias de personas mayores, además de los espacios habituales de salud, de consejos para encontrar trabajo en el sector o del trabajador social, hemos hablado sobre unidades de convivencia, un término que, si es usted alguien que pertenece a este mundo de los centros residenciales, ya habrá escuchado y sabrá perfectamente en qué consiste, pero que para muchas personas ajenas al sector es totalmente desconocido.

Lo hemos hecho de la mano de la directora de la residencia Mial Torrelodones, que nos ha contado qué son las unidades de convivencia porque este centro funciona con este sistema de funcionamiento y de organización.

Pero antes, como todos los jueves, el director de Inforesidencias.com, Josep de Martí, nos contaba, dentro de esas curiosidades del mundo de las residencias, que 4 de cada 10 personas que viven en una residencia lo hacen con algún tipo de demencia, que puede ser Alzheimer o puede ser otro tipo de demencia. Explicaba que cuando una persona vive con demencia no puede acceder a sus recuerdos y que esto no significa que se hayan borrado sus recuerdos. Resulta muy importante saber que cuando alguien vive con demencia y de repente se acuerda de algo de su juventud o tiene algún estímulo. Con esto, apunta el director de Inforesidencias, se nos está diciendo que no es que haya perdido el tesoro, ha perdido la llave del Tesoro.

Recordó el ejemplo de una señora mayor americana que toda su vida había cantado gospel en un coro. Hoy, esta señora está en una silla, recogida sobre sí misma, totalmente apartada del mundo, cuando le hablan no reacciona, cuando le dan de comer abre la boca y come, pero parece como si estuviese en un mundo totalmente aparte. Cuenta que Naomi Fael, que es una terapeuta que sabe mucho de mayores y conocedora de que en la vida de esta señora mayor era muy importante el Gospel, cuando la ve empieza a tocar palmas y a cantar una canción y a acariciarle la cara. Al cabo de unos 10 minutos la señora empieza a cantar. El hecho de haber encontrado el camino hacia sus recuerdos, a pesar de la demencia, hace que por un momento esta persona sea feliz.

Eso es lo que están haciendo muchas residencias con las personas mayores, a través de terapias, a través de trabajo de demencia, intentar que estas personas que parece que ya no pueden hacer nada, que están desconectadas del mundo, puedan recuperar estos momentos de felicidad.

Después, hablamos con un centro residencial, concretamente con la directora de Mial Torrelodones. Eva Alberquilla nos explicó que esta residencia tiene 174 camas y también 30 plazas de centro de día integrado en la residencia, pero nos contó cómo funcionan con unidades de convivencias, modelo que se ha puesto sobre la mesa ahora, después de la pandemia cuando se está intentando reconfigurar nuevo modelo de atención de cuidados a las personas mayores, aunque ya existía desde hace varios años en otros país.
Eva nos cuenta que una unidad de convivencia es un espacio físico donde conviven, como el propio nombre indica, personas más o menos con el mismo grado dependencia o con las mismas necesidades de atención. La finalidad es que se dé una atención más específica a la gente que está con el mismo grado de dependencia y que puedan relacionarse ellos. Lo que marca la diferencia para hacer estas unidades, principalmente, es el grado de deterioro cognitivo que tenga la persona.

Así una unidad de convivencia es un grupo dentro de la residencia, pero que tiene su propio comedor, tiene su propia cocina, salón… es como una residencia dentro de una residencias, es decir, es como una miniresidencia, que tiene compartidos espacios comunes, como los jardines, salas de terapia ocupacional, salas de gimnasio, capillas… lo que son espacios comunes, lo comparte con toda la residencia y luego cada usuario está en una pequeña miniresidencia o unidad de convivencia donde desarrolla sus actividades básicas, como el aseo, la comida, el día a día.

Este sistema ha venido muy bien con las normas que se han impuesto durante la pandemia, por aquello de la sectorización dentro de las residencias. Eva nos contaba que en las unidades de convivencia, lo ideal sería, según los modelos de atención nórdicos y cosas que han visitado en otros países, tener a 15 personas, pero que es también mucho más difícil de mantener. Apuntaba que ellos tienen alguna con 12, pero la mayoría son alrededor de 25 personas.

Pero para saber qué hacen, cómo viven y escuchar a Carmen, una de las residentes de Mial Torrelodones, puede escuchar el podcast. Y si les ha parecido interesante, sepa que el próximo jueves hay más temas.

¡Hasta la semana que viene!

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