Cuando la salud falla: cómo un seguro de baja laboral dio estabilidad a Marta y a su familia

Trabajar en una residencia de mayores implica una enorme vocación de servicio. El personal sanitario y asistencial no solo cuida de la salud de los residentes, también acompaña sus emociones, sostiene su día a día y se convierte en un pilar de confianza para familias enteras. Pero, cuando la salud falla, veamos cómo un seguro de baja laboral dio estabilidad a Marta y su familia.

Quienes cuidan también pueden enfermar, y cuando eso ocurre, la incertidumbre económica se suma al reto personal de la recuperación.

Esta es la historia de Marta, auxiliar de enfermería en una residencia, que descubrió en primera persona la importancia de contar con un seguro de baja laboral.

El inicio inesperado: una lesión que cambia la rutina

Marta llevaba diez años trabajando en el mismo centro. Siempre alegre y resolutiva, era conocida entre los residentes por su paciencia y cercanía. Sin embargo, un día, mientras ayudaba a trasladar a una usuaria, sufrió una lesión lumbar que la obligó a parar de inmediato.

Lo que parecía una dolencia pasajera se convirtió en un diagnóstico complejo: una hernia discal que requería reposo absoluto y, más tarde, rehabilitación prolongada. La primera pregunta que se hizo fue inevitable: “¿cómo voy a mantener a mi familia si no puedo trabajar durante meses?”

El alivio de estar protegida

Marta había contratado meses atrás, a través del asesoramiento de Uniteco, un seguro de baja laboral específico para profesionales sanitarios. Gracias a él, cada día de baja estaba cubierto con una prestación económica que complementaba lo que recibía de la Seguridad Social.

Esto le permitió seguir afrontando la hipoteca, las facturas y los gastos del colegio de sus hijos sin la angustia de ver cómo su economía se desmoronaba. La cobertura de su póliza le dio estabilidad financiera en un momento en el que más lo necesitaba.

El acompañamiento de Uniteco

Además del respaldo económico, Marta destacó el acompañamiento que recibió:

  • Tramitación rápida y sencilla. No tuvo que preocuparse de papeleo interminable; el equipo de Uniteco se encargó de gestionar cada detalle.
  • Asesoramiento personalizado. Se le explicó cómo activar la cobertura, qué documentación aportar y qué pasos seguir en cada fase de su baja.
  • Seguridad emocional. Saber que había profesionales pendientes de su caso le dio confianza y tranquilidad.

Marta afirma que este apoyo fue casi tan importante como la ayuda económica, porque le permitió centrarse en lo esencial: su recuperación.

El regreso con nuevas prioridades

Tras ocho meses de tratamiento y rehabilitación, Marta volvió a su puesto. Lo hizo con gratitud, no solo hacia sus compañeros, que la habían apoyado, sino también hacia la previsión que tuvo al protegerse con un seguro de baja laboral.

Hoy aconseja a sus colegas que no lo dejen para más adelante: “nunca piensas que te va a pasar a ti, hasta que pasa. Tener este seguro me salvó de una preocupación enorme y me permitió recuperarme con calma.”

Un mensaje para quienes cuidan de los demás

La historia de Marta refleja una realidad que afecta a miles de profesionales del sector sociosanitario: las bajas laborales son más frecuentes de lo que creemos, y cuando llegan, lo hacen sin previo aviso.

Contar con un seguro de baja laboral no es un lujo, sino una herramienta esencial para:

  • Mantener la estabilidad económica durante el tiempo de incapacidad.
  • Evitar que la preocupación financiera agrave el proceso de recuperación.
  • Proteger no solo al profesional, sino también al bienestar de su familia.

Esta historia está basada en un caso real, con nombres ficticios para proteger la privacidad de los protagonistas.

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Artículo elaborado por Ana Lucía Bastidas

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