¿Qué es el edadismo?

En el ámbito del cuidado de personas mayores, es fundamental comprender un concepto que a menudo pasa desapercibido, pero que tiene un impacto significativo en la vida de nuestros mayores. Hemos oído hablar de ello en los medios y tampoco nos lo planteamos… Pero es muy importante. Hoy nos preguntamos: ¿Qué es el edadismo?

Si tienes un ser querido a tu cargo o vive en una residencia de personas mayores o estás investigando opciones de cuidado para la tercera edad, es crucial entender qué es el edadismo y cómo afecta a las personas mayores. En Inforesidencias pensamos que este artículo te ayudará a desentrañar este término y a reconocer sus manifestaciones para que, juntos, podamos construir un futuro más inclusivo y respetuoso.

Entendemos que e un blog sobre el cuidado de personas mayores, hablar del edadismo no solo es relevante, sino necesario. Al visibilizar este problema y promover un cambio de actitud, contribuimos a crear un entorno más justo y enriquecedor para nuestros mayores.

No podemos olvidar que la vejez es una etapa más de la vida, llena de sabiduría, experiencias y, sobre todo, como no puede ser de otra forma, de dignidad.

¿Qué es el edadismo?

El edadismo se define como la discriminación, los prejuicios o los estereotipos contra (o a favor de) personas o grupos de edad en función de su edad. Es similar al racismo o al sexismo, pero se enfoca en la edad. Puede manifestarse de muchas maneras, desde chistes inofensivos hasta políticas discriminatorias que limitan las oportunidades de las personas mayores.

A menudo, el edadismo se basa en suposiciones erróneas sobre lo que las personas mayores pueden o no pueden hacer. Se asume que, por el simple hecho de haber alcanzado una determinada edad, pierden sus capacidades, su vitalidad o su interés en la vida. Esto es un grave error. La edad no define la individualidad de una persona, sus talentos, sus deseos o su potencial.

Manifestaciones comunes del edadismo en el cuidado de personas mayores

El edadismo puede ser sutil o flagrante, y es importante aprender a identificarlo para poder combatirlo:

  • Lenguaje condescendiente: Hablar a las personas mayores como si fueran niños, usando un tono condescendiente o diminutivos. Frases como «mi viejito/a» o «pobrecito/a» pueden ser bienintencionadas, pero a menudo refuerzan estereotipos de fragilidad.
  • Infantilización: Tratar a las personas mayores como si fueran incapaces de tomar sus propias decisiones, ignorando sus preferencias y deseos. Esto puede ocurrir en decisiones sobre su cuidado, actividades diarias o incluso su vestimenta.
  • Asumir la falta de interés o capacidad tecnológica: Creer que las personas mayores no están interesadas en la tecnología o no son capaces de aprender a usarla, privándolos de herramientas que podrían mejorar su calidad de vida y conexión social.
  • Exclusión social: No incluir a las personas mayores en conversaciones, actividades o eventos sociales por su edad, asumiendo que no tienen nada que aportar o que no disfrutarían.
  • Estereotipos negativos en los medios: La representación de las personas mayores como frágiles, enfermos, olvidadizos o gruñones en la publicidad o el entretenimiento perpetúa estereotipos dañinos.
  • Falta de oportunidades: Limitar el acceso a empleos, formación, servicios de salud adecuados o incluso pasatiempos basados únicamente en la edad. Por ejemplo, asumir que una persona mayor no puede aprender una nueva habilidad o trabajar porque «ya está en la edad de descansar».

¿Por qué es importante combatir el edadismo?

El edadismo no solo es injusto, sino que también tiene consecuencias negativas significativas para las personas mayores:

  • Impacto en la salud mental: La exposición constante a estereotipos negativos puede llevar a la depresión, la baja autoestima y el aislamiento social.
  • Deterioro de la salud física: Al ser tratados como incapaces, algunos adultos mayores pueden internalizar estas creencias y reducir su actividad física, lo que lleva a un declive de su salud.
  • Reducción de la calidad de vida: La discriminación puede limitar las oportunidades de participación social y el disfrute de la vida, afectando su bienestar general.
  • Falta de respeto a la dignidad: El edadismo despoja a las personas de su autonomía y dignidad, tratándolas como un grupo homogéneo en lugar de individuos únicos con experiencias y deseos propios.

¿Cómo podemos combatir el edadismo?

Combatir el edadismo no es fácil. Como vemos, cualquiera puede incurrir en él sin darse cuenta, pero es una responsabilidad de todos que no sea así.

Aquí te proponemos algunas acciones que creemos que puedes tomar:

  • Cuestiona tus propios prejuicios: Reflexiona sobre tus propias creencias y suposiciones acerca de las personas mayores. ¿Estás basando tus juicios en estereotipos o en la individualidad de cada persona?
  • Usa un lenguaje respetuoso: Evita el lenguaje condescendiente o infantilizador. Dirígete a las personas mayores con el mismo respeto y consideración que a cualquier otro adulto.
  • Promueve la inclusión: Incluye a las personas mayores en tus actividades, conversaciones y toma de decisiones. Valora su opinión y experiencia.
  • Educa a otros: Comparte información sobre el edadismo con amigos, familiares y colegas para crear conciencia.
  • Fomenta la intergeneracionalidad: Crea oportunidades para que personas de diferentes edades interactúen y aprendan unas de otras. Esto ayuda a derribar barreras y estereotipos.
  • Apoya políticas inclusivas: Aboga por políticas y prácticas que promuevan la igualdad de oportunidades y el respeto para todas las edades.

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