El papel de la ortopedia en el cuidado de las personas mayores

En una residencia, la ortopedia no se limita a sillas de ruedas o andadores. Incluye un amplio abanico de productos y adaptaciones que ayudan a prevenir lesiones, facilitar la movilidad y mantener la independencia de los residentes. Repasamos el papel de la ortopedia en el cuidado de las personas mayores

Desde camas articuladas y colchones antiescaras hasta sistemas de elevación y calzado ortopédico, cada elemento cumple una función específica en la salud y comodidad de las personas.

PRIM Ortopedia es un ejemplo de cómo la ortopedia moderna puede integrarse en el día a día de las residencias para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Más allá de marcas o proveedores concretos, lo fundamental es comprender que contar con soluciones ortopédicas adecuadas es clave para garantizar bienestar, seguridad y autonomía en este entorno.

Prevención de lesiones y caídas

Uno de los mayores riesgos en residencias es la caída de los residentes, que puede derivar en fracturas o problemas de movilidad permanentes. Una buena ortopedia proporciona herramientas como pasamanos, bastones ergonómicos, andadores con freno y calzado antideslizante, que reducen significativamente este riesgo.

Además, el uso de productos adaptados disminuye la sobrecarga física del personal, evitando lesiones laborales.

Mejora de la autonomía y la autoestima

La pérdida de movilidad suele ir acompañada de una disminución en la autoestima. Cuando un residente cuenta con ayudas técnicas adecuadas, puede realizar más actividades por sí mismo: desplazarse, levantarse de la cama, asearse o participar en actividades sociales.

Esta autonomía no solo mejora su salud física, sino también su bienestar emocional y su integración en la comunidad de la residencia.

Adaptación a necesidades individuales

Cada persona tiene necesidades ortopédicas diferentes. Por eso, una buena ortopedia en residencias implica una evaluación individualizada, teniendo en cuenta la condición física, las patologías y las capacidades de cada residente.

Esto puede incluir desde prótesis y órtesis personalizadas hasta cojines posturales o adaptaciones en el mobiliario. La personalización es clave para evitar problemas derivados de un uso inadecuado de los dispositivos.

Apoyo al trabajo del personal sanitario

El personal de una residencia no solo cuida, también moviliza, traslada y ayuda a los residentes en su día a día. Contar con grúas de traslado, sillas de ducha adaptadas o camas regulables facilita enormemente estas tareas, reduciendo el esfuerzo físico y el riesgo de lesiones para los cuidadores.

Esto se traduce en un entorno laboral más seguro y en una atención más eficiente.

Innovación y tecnología en ortopedia

En los últimos años, la ortopedia ha incorporado avances tecnológicos que mejoran la calidad de vida de los usuarios. Dispositivos con sensores para monitorizar la postura, sistemas de movilidad eléctrica y materiales más ligeros y resistentes son algunos ejemplos. En las residencias, estas innovaciones permiten ofrecer soluciones más cómodas, seguras y duraderas.

La ortopedia en residencias no es un lujo, sino una necesidad. Garantiza que las personas mayores puedan vivir con dignidad, comodidad y seguridad, al tiempo que facilita el trabajo del personal y optimiza los recursos del centro. Invertir en una buena ortopedia es invertir en calidad de vida, prevención y bienestar a largo plazo.

Comentarios cerrados.