Visitando un centro de día de mayores en Hannover

Un centro de día de mayores en Alemania con un bonito rincón de reminiscencia y una “foca robot”

Sigo escribiendo sobre el viaje geroasistencial que Inforesidencias.com ha organizado en Marzo de 2016 para conocer cómo se cuida a personas mayores en Alemania. Inforesidencias.com organiza este tipo de viajes desde 2007 de forma que, diferentes grupos de profesionales han podido conocer en directo cómo funcionan residencias en Alemania, Austria, Francia, Holanda, Suiza y Suecia.

En Hannover hemos tenido la ocasión de visitar un centro de día para mayores que nos ha gustado mucho.

Se trata del centro de día para mayores Tagespflege Seelze Antje Kafke.

Al llegar nos explican que se trata de un centro de atención diurna para 17 personas mayores que funciona de 8 a 17h. Los mayores van al centro mediante un sistema de transporte adaptado salvo dos que viven cerca y pueden ir andando.

Pagan alrededor 45 Euros al día más el precio de la comida y el transporte.

La directora del centro de día nos explica el funcionamiento del centro y se queja de los muchos papeles que tienen que rellenar para poder obtener y mantener los requisitos de calidad que exige el sistema de dependencia Alemán (la caja de dependencia estatal y el municipio) para poder acoger a beneficiarios de las ayudas públicas. Todo eso suena muy familiar.

Panel de actividades semanales en el centro de día

Sala de actividades

El centro de día para mayores Tagespflege Seelze Antje Kafke está dividido en tres zonas principales:

Una sala de relax con varios sillones reclinables donde los usuarios duermen una siesta  o, sencillamente pasan algunos ratos relajados. Una sala de convivencia y actividades con una cocina al fondo en la que se prepara la comida de forma que “se pueda oler lo que se está preparando”
y la “sala de los recuerdos”. Una sala de reminiscencia decorada con objetos y mobiliario de hace, como mínimo sesenta años en la que las personas con demencia pasan largos ratos sintiéndose tranquilos e interactuando con objetos como un tocadiscos o un molinillo de café “de los de antes”.   Esta sala de reminiscencia nos recuerda a la que hemos visto en otros viajes como el de Holanda donde pudimos ver el espacio de reminiscencia más grande que recuerdo en la residencia Akropolis de Rotterdam, o más recientemente en una residencia de Escocia.

En la sala de reminiscencia todo parece de los años 50. Incluso hay un periódico de principios del siglo XX

Encima de una silla vemos algo curioso tiene forma de cría de foca. Se trata de un robot creado hace unos cuantos años en Japón para ayudar en la atención a personas mayores.   La idea original

Robot Paro

era crear un objeto con las ventajas de un animal (interacción, tacto suave..) pero sin los inconvenientes de tener que mantenerlos (comida, paseos..) y de los alérgenos. El resultado es el robot que muestro en la foto.   Es como un juguete inteligente. Reacciona a los sonidos y al tacto, se mueve, emite sonidos y con sus enormes ojos negros parece que te mira.

Una foca robotizada para atender a ancianos en

Aunque parece algo de última tecnología, ya escribimos sobre este robot Paro, hace diez años.   Desde entonces lo he podido ver en Suecia y ahora en Alemania. También, hace unos años alguien lo trajo a España, le cambió el nombre y lo iba mostrando como si lo hubiese inventado.

Nos dicen en el centro de día que la foca Paro es programable y que ellos tienen un programa para que cante con los usuarios.

En este vídeo se puede ver algo sobre lo que hace Paro

Después de turnarnos en acariciarlo y de juguetear un rato nos dicen dos cosas que nos dejan parados. Primero su precio. Unos 6.000 Euros. Segundo, que a pesar de resultar muy interesante, las personas mayores que acuden al centro de día de mayores prefieren tener en su regazo al perro de la directora que no canta pero se deja acariciar y te lame la mano.

Durante la visita se hacen las 12h, hora de comer. Y nos invitan a probar su comida. Tal como hemos visto en otro centro, es sistema Apetito, o sea comida congelada, pre-cocinada al 85% y que acaba de cocinarse en un horno especial en la residencia. En este caso, un pastel de salmón.

El comentario generalizado de los asistentes es que en el centro de día se nota muy buen ambiente.

Una foto del grupo a la salida del centro de día en Hannover