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Aspectos arquitectónicos de las unidades de convivencia en residencias Suecas
Este es un resumen de las impresiones que he percibido durante el viaje gero-asitencial a Estocolmo con Inforesidencias.com sobre todo en lo relativo a las unidades de convivencia en residencias de mayores en Suecia..
Aspectos generales de las unidades
La configuración física de las unidades para personas mayores en general tienen dimensiones mucho más pequeñas, pero una de las características más importantes es que están distribuidas como si fuesen casas grandes. Hay una verdadera obsesión por lo que podríamos llamar “homelike”. Otro de los grandes temas que nos diferencian es la cocina. Cada unidad dispone de una cocina abierta al comedor y espacios comunes. Ninguna residencia de las visitadas dispone de cocina industrial. Por otro lado, la dimensión de las habitaciones (apartamentos o viviendas como les llaman ellos) son mucho más grandes que las que tenemos en España, por el contrario, los espacios comunes son mucho más pequeños. Son salas como podrían ser las de la casa o piso de cada uno de nosotros y, normalmente, hay más de uno. Esto es debido a que las unidades tienen una capacidad entre 8 y 15 usuarios y, por tanto, los espacios comunes están en relación.
Muchas unidades de convivencia que hemos visitado provienen de edificios que se construyeron como viviendas con servicios y que posteriormente se ha transformado. Las viviendas con servicios eran equipamientos formados por viviendas y algunos espacios comunes, pero la pieza principal era la vivienda. Por tanto, eran viviendas bastante normales pero pensadas para personas jubiladas que preferían vivir en un entorno más adecuado a su edad y ceder su vivienda más grande a nuevas generaciones. Las viviendas tenían un dormitorio a veces independiente (otras integrado en la sala), una sala con cocina americana muy pequeña y un lavabo. En general tenían barreras arquitectónicas.
Su transformación hace que la unidad habitacional sea mucho más grande que en las unidades que se han construido recientemente. Debo decir que las cocinas americanas que normalmente hay en estos apartamentos, no las hacen servir en casos de personas con demencia, al extremo que parece que la normativa ya no las contempla como obligatorias en estos casos. De todos modos es importante destacar que para la mentalidad sueca, y por extensión, nórdica, la cocina representa un elemento de independencia personal muy importante y, por este motivo, en muchas unidades de convivencia se siguen instalando aunque no sean preceptivas.
Estos apartamentos (siempre hablan de apartamentos o de viviendas y no de habitaciones o dormitorios), actuales son más pequeños que en el caso de las unidades transformadas. A pesar de ello, no hemos visto ninguno por debajo de los 30 m2 para una sola persona, con lo que siguen siendo mucho más grandes que en nuestro país, si los comparamos con las residencias que conocemos.
Un edificio multigeneracional: La residencia Löjtnansgården
De las unidades que hemos visitado, me gustó mucho el edificio Löjtnansgården en el barrio de Östermalm. Se trata de un edificio multigeneracional, donde hay varios equipamientos entre los que destacan, una pequeña residencia de estudiantes, unes viviendas para mayores tuteladas y 5 unidades de convivencia para mayores, dos de 14 apartamentos y 3 para persones con demencia de 8/9 plazas. Se trata de un centro propiedad de la Iglesia Luterana quien también lo gestiona.
El edificio está construido en un barrio donde el planeamiento urbanístico preveía edificios concéntricos a una plaza redonda. El suelo fue cedido con la condición que el edificio fuera redondo, pero en realidad, el edificio se configura “alrededor” de un patio redondo, por tanto, se hace servir el “no espacio” para generar el edificio, lo cual considero que es muy interesante.
Barrio de Löjtnansgården
Residencia de mayores al rededor de un patio redondo
Que un edificio disponga de diferentes usos es una de las cuestiones más importantes en los edificios asistenciales de Estocolmo porque favorecen mucho la integración intergeneracional y por contra, evitan la creación de guetos. En este caso hay una residencia de estudiantes en plantas inferiores, 5 unidades de convivencia para mayores en plantas superiores y otras viviendas tuteladas para mayores válidos que también se implican en la atención a las personas mayores con demencia, pero en otros ejemplos visitados combinan la atención a los mayores con guarderías de niños, restaurantes públicos y viviendas tuteladas.
Siempre he pensado que en suelos de equipamiento grandes debe ser muy interesante la confluencia de diferentes tipos residenciales de servicios que permiten esta relación intergeneracional en contraposición con las experiencias de co-housing que solo tienen por objeto la vivienda senior. No quiero decir que esta última opción, el co-housing senior no pueda dar buenos resultados, sino que, personalmente, creo más en la posibilidad de que diferentes generaciones compartan un espacio que ayuda al intercambio cultural y de experiencia de vida. La idea de compartir por encima de la idea de segregar, o de auto segregarse. De hecho la visita que hicimos al co-housing Sjöfartens Bogemenskap en el barrio de Hammarby Sjöstaad, es una clara muestra. Se trata de un co-housing propuesto por una asociación de personas mayores que ya plantearon el proyecto como “plus 40”, es decir para personas con más de 40 años con hijos mayores de 18. Cuando tuvieron el edificio construido y empezaron a ocuparlo se dieron cuenta que 40 años eran muchos y que pronto seria todos muy mayores y decidieron reducir la edad a 30 años con hijos de más de 10 años. El co-housing sueco es algo mucho más que ponerse de acuerdo en compartir unas instalaciones. Pero no me quiero desviar del tema. En un futuro post, prometo hablar del co-housing sueco para explicarme mejor.
Estábamos hablando del edificio Löjtnansgården. El hecho de que un programa funcional se resuelva alrededor de un patio redondo tiene una virtud, y es que permite que se puedan distribuir diferente número de unidades en cada planta. En este caso, en planta tercera había las dos unidades de 14 plazas que partían el cilindro (patio) en dos partes iguales por un diámetro. Pero en la planta cuarta, el programa era de 3 unidades, que se distribuyen dividiendo el cilindro en tres partes. La distribución funciona con los apartamentos ventilando al perímetro exterior y los espacios comunes y cocina ventilando al patio central en dimensiones diferentes precisamente por la curvatura de la fachada. Los espacios se van distribuyendo en función de la dimensión entre los apartamentos y el patio de manera que los pasillos son prácticamente inexistentes, ya que siempre tiene espacios que hacen perder su apariencia de pasillo.
Otro aspecto destacable (y que se repite en otros muchos edificios) es la conexión interior entre diferentes unidades. Estas conexiones se realizan a través de las cocinas u otros servicios, lo que da la posibilidad de gestionar las unidades de forma compartida.
Vistas de la residencia. La luz entra desde las ventanas del patio interior
En esta fotografía se puede observar como al fondo de la cocina y a través de la puerta abierta se puede ver la cocina de la unidad vecina.
En este esquema se puede ver como los diferentes espacios de convivencia se van colocando alrededor del patio haciendo que el pasillo desaparezca formalmente. Las zonas más amplias que se ven en la parte superior en color claro son las dos cocinas-comedor y las 4 salitas pequeñas en color más oscuro, los despachos de los profesionales que se sitúan estratégicamente entre unidades.
Plano de la residencia donde destaca su patio circular
En el próximo post miraré de explicar qué aspectos creo que son perfectamente trasladables a nuestras residencias, y qué aspectos requieren de una traducción.
Marc Trepat Carbonell
Arquitecto