COVID19, ¿SOLUCIONES O MENTIRAS?

COVID-19,  ¿SOLUCIONES O MENTIRAS?

Me paso unas horas cada día hablando por teléfono con directores y gerentes de residencia y cada vez estoy más convencido de que algunos en la administración todavía no se han dado cuenta de lo que quiere decir “alarma” o “emergencia”.  Ni siquiera, “fuerza mayor”.

Sabemos que lo que de verdad preocupa a las residencias y está sometiendo a una tensión insostenible su funcionamiento es la falta de personal.  Este es el factor fundamental y está vinculado a los otros tres que están empeorando la crisis:

• Falta de material de protección: Si los empleados no ven el material es más fácil que se contagien o que caigan en la tentación de obtener la “baja por teléfono”.
• Falta de diagnóstico masivo: Si no sabemos quién está infectado y quien no, resulta muy difícil organizar el trabajo.
• Falta de criterios y sistema de comunicación únicos: Si resulta que recibo instrucciones de diferentes fuentes y debo hacer comunicaciones a diferentes autoridades, la sensación de desasosiego crece.

Esta mañana he hablado con el director de una residencia, podría ser cualquiera.  Me dice que le han llamado tres médicos ofreciéndose para trabajar durante la crisis y los ha tenido que rechazar.   Viven en España donde están preparándose para hacer el MIR, tienen permiso de residencia, pero no de trabajo.   El director ha llamado a su gestor para ver cómo los podía contratar y la respuesta ha sido “de ninguna manera”.  Si no tienen permiso de trabajo no se les puede dar de alta en la Seguridad Social, si se les contrata irregularmente se está cometiendo una infracción muy grave, y si tienen un accidente, la empresa podría incurrir en una peligrosa responsabilidad.

COVID19 Soluciones drásticas para situaciones de emergencia.

Las residencias y los servicios sanitarios necesitan urgentemente profesionales de la medicina y la enfermería.  ¿No podría hacerse algo transitorio, rápido y efectivo?

¿Podría permitirse a todo aquél que esté empadronado en España trabajar en el campo de la atención a la dependencia durante unos meses?

¿Podría permitirse a los que están en situación de ERTE poder trabajar a media jornada en residencias durante un tiempo sin perder lo que cobran ahora?

Otra conversación, otra residencia, ésta me dice que la semana pasada recibió una inspección de trabajo tras lo que supone ha sido la denuncia de un empleado.  Resulta que en Cataluña la Generalitat informa continuamente de que a todas las residencias se les ha entregado material de protección para atender a los residentes en tiempo de epidemia.  Eso no es cierto o lo es sólo parcialmente.  Algunas residencias han tenido que recorrer más de 200 kilómetros para ir a un almacén donde les han dado ¡un equipo de protección!   Los trabajadores que escuchan a los políticos diciendo que han dado material (mascarillas, EPIs..) a las residencias se escandalizan.  “¡Si lo tienen, ¿por qué no nos lo dan y nos hacen trabajar sin protección?!”.  La respuesta es sencilla:  era mentira.  Como no lo saben, denuncian la situación o sencillamente, llaman diciendo que se encuentran mal y les dan la baja.

La administración dice que está en contacto permanente con las residencias, pero a muchas no las llama nadie, sólo les exigen rellenar varios documentos cada día.   La administración dice que ha puesto una bolsa de trabajo a disposición de las residencias, pero la mayoría no sabe qué es exactamente eso.  Algunas han recibido un listado con veinte nombres de los que sólo uno o dos han respondido, otras han recibido un Excel con datos personales de cientos de personas inscritas en los servicios de trabajo, pero casi la totalidad dicen que no quieren trabajar en residencias.

Tras hablar con unos y otros, la sensación con la que me quedo es que la mayor parte de directores de residencia se sienten abandonados y ven en las administraciones actitudes prepotentes cuando se refieren al sector geroasistencial.

¿No podrían intentar comunicarse con el resto del mundo desde la humildad?  Creo que todos entenderíamos si nos dijesen que el problema es tan enorme que a veces les supera, si admitiesen que están cometiendo errores, pero de una forma que pareciese sincera.  Y si fuesen transparentes y publicasen a qué residencias han dado qué material; cuántos tests se han hecho (¡Qué tonto soy! Estoy pidiendo a los políticos que no lo parezcan)

Sería injusto dar la sensación de que no se está haciendo nada.  Lo cierto es que algunas residencias sí han recibido material; algunas, incluso mucho.  También es cierto que desde las administraciones autonómicas han intervenido en algunos casos que se encontraban cerca del colapso.  Eso es encomiable pero no me parece suficiente.

Y así seguimos.  ¡Una semana más!

Josep de Martí Vallés