¿Estamos aprendiendo algo?

A menudo escucho que esto de la pandemia va a cambiar radicalmente cómo somos, nos comportamos y nos relacionamos.  Que vamos a acabar tan traumatizados que dejaremos de ser meridionales con nuestras costumbres besuconas y tendentes al abrazo.

Por lo que nos muestra la realidad, nuestras tendencias a la proximidad, aunque sea temeraria, están tan imbricadas en nuestra forma de ser que hará falta algo más que una pandemia para afectarlas.

Un ejemplo de ello lo vemos en lo que ha pasado en la Comunidad Valenciana.  El sindicato CCOO convoca manifestaciones delante de algunas residencias de mayores en Valencia y Alicante.  Reclaman mejores condiciones y más personal en las residencias, unas demandas totalmente en línea con el posicionamiento del sindicato. Sin duda tienen el derecho de convocar y, quien lo desea de asistir a una manifestación pero, la patronal más representativa de las residencias de mayores de la Comunidad, AERTE pide en un escrito a la administración que la manifestación no se celebre delante de alguna residencia sino ante la sede de la patronal, el motivo “En el caso de Valencia se va a celebrar en una calle muy estrecha del casco antiguo en la que es difícil el acceso y el mantenimiento de las medidas de seguridad. Por eso hemos planteado que se cambie el lugar y se celebre en la sede de AERTE de la capital. Si se quiere hablar de condiciones laborales del sector, qué mejor que hacerlo con la entidad que negocia el convenio colectivo con los sindicatos”.

Hablo con el presidente de AERTE a ver que ha pasado y me entero de esto:

Desde que solicitaron que se trasladasen la concentración nadie les ha contestado de Delegación de Gobierno ni de las Subdelegaciones de Gobierno de Castellón ni Valencia, ni desde la Dirección General de Salud Pública,  Solamente el Director General de Infraestructuras de Servicios Sociales, les responde diciendo que hablen con la Delegación de Gobierno.

El resultado en la fotografía.

Mi conclusión es doble:

Por un lado que CCOO tiene razón en que las condiciones laborales deberían ser mejores y deberían trabajar más personas en las residencias, eso querría decir que el precio que deberían pagar los clientes privados o la administración cuando concierta también debería ser más alto.  Creo que los propietarios de residencias estarían contentísimos si pudiesen pagar más a sus empleados y pudiesen así conseguir más fidelización y talento.

Por otro, creo que, si en un momento en el que no conseguimos parar el aumento de contagios se convocan manifestaciones en calles estrechas donde, a duras penas se dejan 20 cm entre personas, es que la pandemia no nos ha traumatizado demasiado y que es muy posible que dos años después de que acabe, nos habremos olvidado y volveremos al «tal como éramos».  La Delegación del Gobierno de Valencia no tendrá que esperar tanto, creo que ellos ya se han olvidado.

Nota: UGT en un escrito, manifiesta coincidir con lo que motiva las concentraciones aunque no apoya que se realicen porque no quieren poner en peligro la salud de los trabajadores,.

Josep de Martí

Manifestación Valencia residencia

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