¿Cuándo es el momento de contratar a una cuidadora?

En esta ocasión nos escriben desde Senniors para darnos su opinión como expertos sobre cuando es el momento de contratar a una cuidadora. Para ello, Rubén Yusta y Silvia Sierra, autores de este artículo, nos aportan datos sobre las personas mayores y el envejecimiento en España.

El ámbito de la gerontología se encuentra en pleno proceso de cambio. Esta afirmación se sustenta no solo en las previsiones actuales en materia de envejecimiento, que indican que debido al aumento de la esperanza de vida y al incremento de la edad de las personas pertenecientes al baby boom español (Pérez et al., 2020), las personas de 65 o más años supondrán el 31,4% de la población total española (Instituto Nacional de Estadística, 2020). El desarrollo que estamos viviendo, se fundamenta en la evolución de las prestaciones y servicios, cada vez más cercanos a un enfoque centrado en la persona y con el desarrollo de nuevas técnicas de intervención que facilitan el cuidado de las personas mayores y/o dependientes en el entorno domiciliario.

Uno de los ámbitos en los que más avances estamos observando en los últimos años, ha sido el sector de la atención domiciliaria. Estos servicios están dirigidos a cumplir con las preferencias de las personas usuarias ya que, según un estudio desarrollado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 82% de las personas mayores de 65 años, quieren envejecer en su propia casa (Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España, 2017). Además, por su tipología, la atención domiciliaria encaja a la perfección con los valores propios de la Atención Centrada en la Persona, tales como la individualización de la atención, la profesionalización de los cuidados, el fomento de la autonomía y el mantenimiento de la persona en su entorno habitual.

Estos cuidados no se centran únicamente en las necesidades más básicas de las personas, sino que, con el paso del tiempo, estos servicios cuentan con equipos multidisciplinares del ámbito de la Medicina, la Enfermería, el Trabajo Social o la Fisioterapia, entre otras muchas disciplinas. En cambio, como personas usuarias, familiares y personas del entorno social de una persona mayor y/o dependiente, una de las dudas más habituales que surgen a la hora de acceder a estos servicios, aparece cuando nos planteamos cuándo es el momento de contratar a una cuidadora. A continuación, vamos a hacer un breve repaso por los aspectos que habitualmente motivan el acceso a este tipo de servicios y que pueden ser indicadores para plantearnos estos cuidados en el domicilio.

Una de las principales señales que nos indican la necesidad de una intervención profesional con una persona mayor es la aparición de una situación de dependencia. La dependencia es la situación en la que una persona precisa del apoyo y/o la supervisión de una tercera persona a la hora de realizar una tarea concreta y básica, para el correcto desarrollo de la vida diaria. Ante estas situaciones o como medida de prevención, es fundamental contar con profesionales que apoyen en este tipo de actividades, favoreciendo así el desarrollo vital de la persona y su continuidad en el domicilio.

Otro aspecto importante es la soledad. La soledad está considerada por los expertos como la epidemia del siglo XXI y afecta especialmente a las personas mayores. Los programas de acompañamiento que realizan las personas cuidadoras, son clave para prevenir el deterioro cognitivo y otros problemas de salud (depresión, ansiedad, trastorno del sueño etc). Gracias a las actividades de acompañamiento se consigue en las personas una mejora de la autoestima, aumento de la autonomía y desarrollo de las habilidades sociales. Fomentar un envejecimiento activo y saludable es el objetivo de este tipo de iniciativas.

Son varios los factores que nos pueden llevar a pensar si es el momento de contratar a una cuidadora

En ocasiones, el cuidado de una persona dependiente genera una situación muy complicada para las personas cuidadoras no profesionales/ familia. Es lo que conocemos como sobrecarga del/de la cuidador/a o síndrome del cuidador/a quemado/a, el cual tiene grandes implicaciones para la persona: insomnio, fatiga crónica o irritabilidad, e incluso consecuencias más graves como la depresión y alteraciones psiquiátricas. Cuando la familia se encuentra en una situación como ésta en la que ya se plantea si es momento de contratar a una cuidadora, es recomendable plantearse la posibilidad de solicitar una atención domiciliaria que intervenga en este proceso de cuidado, facilitando además el descanso de la persona cuidadora no profesional (respiro familiar) y, a su vez, posibilitando el mantenimiento de la persona dependiente en el domicilio. Beneficia la calidad de vida de toda la familia, disponiendo de tiempo para cuidar de su salud, evitando posibles trastornos emocionales.

Otro aspecto fundamental relacionado con el acceso a este servicio, sucede a la hora de compaginar el cuidado de una persona dependiente con otras tareas familiares o laborales. España tiene una tradición familiarista en cuanto a la prestación de cuidados, es decir, la mayor parte de los cuidados se desarrollan en el ámbito doméstico o informal. Según indican Abellán et al., (2017), el 76% de estos cuidados informales son desarrollados por mujeres que habitualmente tienen un vínculo con la persona dependiente y compaginar estos cuidados con las jornadas laborales o con el cuidado de menores, suponiendo una tarea desbordante. Estas situaciones habituales en la atención domiciliaria, hacen necesario un recurso fundamental a la hora de continuar desarrollando las funciones de cuidado.

En estos casos, entidades especializadas como Senniors, ofrecen servicios de cuidados profesionalizados a domicilio para personas mayores y/o dependientes poniendo en valor a la persona, para mejorar su calidad de vida. En la figura de los coordinadores sociales (profesionales de referencia) las personas encuentran apoyo en sus cuidados. Estos profesionales se encargan de elaborar el plan de cuidados y de realizar un seguimiento con la familia y la persona cuidadora.

Por último, la pandemia sanitaria ha cambiado el paradigma de los cuidados teniendo su incidencia en este sector. Debido a las situaciones vividas durante la crisis sanitaria y a las restricciones establecidas para mantener el bienestar de las personas mayores en los centros, se está optando por retrasar o por buscar alternativas a la institucionalización, lo cual está generando una mayor demanda de los servicios de atención domiciliaria. Estos son algunos de los aspectos fundamentales que en la actualidad se está teniendo en cuenta cuando llega el momento de contratar a una cuidadora.

A la vez que aumenta la demanda de este servicio, las instituciones dedicadas a la prestación de estos cuidados buscan nuevos modelos de atención que permitan evolucionar la intervención, conforme a las preferencias de los/as usuarios/as y de acuerdo a todos los valores que a día de hoy son esenciales en el ámbito de la gerontología, estableciéndose como un servicio básico y primordial para la atención a las personas mayores de nuestro país.

Autor artículo: Rubén Yusta Tirado (Trabajador Social y Gerontólogo).
Co autora artículo: Silvia Sierra (Trabajadora Social y responsable B2B en Senniors)

BIBLIOGRAFÍA

  • Abellán, A., Pérez, J., Pujol, R., Sundström, G., Jegermalm, M., y Malmberg, B. (2017). Partner care, gender equality, and ageing in Spain and Sweden. International Journal of Ageing and Later Life, 11(1), 69-89. DOI: https://doi.org/10.3384/ijal.1652-8670.16-305
  • Instituto Nacional de Estadística. (2020). Proyecciones de Población 2020-2070. Notas de Prensa. https://www.ine.es/prensa/pp_2020_2070.pdf
  • Pérez, J., Abellán, A., Aceituno, P., y Ramiro, D. (2020). Un perfil de las personas mayores en España, 2020. Indicadores estadísticos básicos. Informes Envejecimiento en red nº25.http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/enred-indicadoresbasicos2020.pdf
  • Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España. (11 de diciembre de 2017). El 82% de las Personas Mayores en España, quiere envejecer en su propia casa. https://www.mayoresudp.org/el-82-de-las-personas-mayores-en-espana-quiere-envejecer-en-casa/

Te puede interesar:

Comentarios cerrados.