El programa de actividades en una residencia

Cuando ingresa una persona en un centro residencial nos encontramos que su estado anímico, físico y mental es muy vulnerable. Se encuentran en una situación de fragilidad y falta de ilusión (en muchos casos) para enfrentar su presente en la residencia.

Todo el equipo del centro ha de trabajar de manera coordinada para poder ofrecer y cuidar a los residentes. Para ello, todo importa, desde los aspectos de salud y cuidado en las actividades de la vida diaria hasta la estimulación cognitiva, la rehabilitación funcional, el apoyo psicológico y los trámites con la Administración y las familias para el acceso a las plazas. Es básico la coordinación con todas las áreas del centro para ofrecer el apoyo necesario en estos momentos tan cruciales para la persona y la familia.

Tener un buen programa de actividades ayuda a que los residentes puedan crear su proyecto de vida, se vuelva a ilusionar y sean participes de su futuro, por esta razón es imprescindible disponer de los profesionales adecuados y formados.

Ejemplos de actividades en residencias

Cada centro y cada unidad de convivencia y cada persona es singular pero los beneficios que proporcionan algunas acciones, requieren de una mención especial. Y es que los beneficios de disponer de un buen programa de actividades en una residencia son múltiples. El motivo es que cada actividad se encarga de reforzar un área básica, por ejemplo:

-La estimulación cognitiva estimula el cerebro a mantener las habilidades cognitivas y preservar su funcionalidad en todas las actividades de su vida diaria, potencia la autonomia y mejora la autoestima rebajando la ansiedad y el estrés.

-La musicoterpia es un bálsamo para las emociones y la atención, ayuda a en la memoria y podentencia la integración grupal mejorando el lenguaje.

-La horticultura ayuda a mantener la concentración, el contacto con la tierra y la naturaleza nos relaja y nos orienta a la realidad, recuperando recuerdos biográficos.

-La arteterapia es la gran aliada para dar rienda suelta a los sentimientos que son difícilies de verbalizar, de expresar y sotar. Mejora la confianza y potencia la comunciación con los demás y el entorno.

El clima en la residencia mejora cuando los residentes se encuentran atendidos y felices, el equipo de profesionales se implica y mejora el trabajo en equipo, las familias confían y colaboran.

Tener a los residentes activos y creativos se beneficia tanto el residente, como el equipo y la familia.

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Autora de este artículo

Marta Tadeo
Directora Serveis Psicogeriatrics
www.serveispsicogeriatrics.com

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