Las redes sociales y la presencia de las mujeres mayores con sentido del humor

Si hablamos de mujeres mayores en las redes sociales debemos empezar por hablar de estereotipos.

Los estereotipos cercan a las personas de la tercera edad, actúan como se espera que lo hagan, hablan de los temas que el resto considera propio de sus años, visten adecuados y tienen aficiones que se corresponden a las que eran propias de la época en que eran jóvenes. Sin embargo, algunas personas mayores se atreven a salir sin miedo de esa zona de seguridad, experimentan, se atreven y no sienten rechazo ante las nuevas tecnologías que les ofrecen oportunidades insospechadas.

Suelen ser mujeres las que se atreven de manera más lúdica con las redes sociales o que utilizan su imagen para promocionarse sin importar la edad. Entre ellas, algunas utilizan Instagram como arma de lucimiento, de humor y de vida que transciende los años y nos lanzan una mirada a través de las fotos que, a su vez, provoca otra mirada y sensaciones en nosotros. Vamos a poner unos ejemplos. Helen Van Winkle tiene 87 años y en su cuenta de Instagram luce como lema «Robándote los hombres desde 1928». Tiene 1,7 millones de seguidores y es la favorita de estrellas como Miley Cyrus y Kylie Jenner. Las bazas de Baddie Winkle, su apodo en las redes son sus alocados atuendos, poses divertidas y bromas sin filtro. Con su cabello blanco y sus trajes coloridos incluso ha posado en la alfombra roja de los Grammy.

Captura de pantalla 2016-06-04 a las 11.36.04Ella optó por una opción vital de colores como arma para luchar contra la tristeza de la muerte de su esposo y de su hijo. Su aventura en Instagram nació el día que se puso unos pantalones cortos de su bisnieta y una camiseta teñida para tomar el sol, cuando la dueña de los pantalones vio así a su abuela la encontró guapísima y le pidió la primera foto, ahora van de la mano por las redes como modelo y estilista. Emiko es una anciana japonesa de 93 años, que es modelo de los diseños de su nieta, Chinami Mori, una joven artista que hace coloridas prendas tejidas que triunfan gracias a su peculiar y alegre abuela.

En la cuenta de Instagram de 1000wave posa sonriente y orgullosa y las dos forman un tándem lleno de complicidad y amor.

Otro ejemplo de mujeres mayores en las redes sociales puede ser la australiana Sarah Jane Adams que tiene más de 48 millones de seguidores en Instagram. Es un referente en las redes por su inigualable gusto y estilo al vestir. Sigue usando ropa de cuando era joven, que combina con nuevas creaciones con una manera propia, elegante y que se ha convertido en un referente. Ha declarado que solo no le incomoda envejecer, sino que incluso le gusta: «Mis arrugas son mi rostro, mi pasado, mi historia y esta soy yo» ha declarado. Linda Rodin, de 67 años, es una importante empresaria. No es una novata en el mundo  de la moda ni en el de las redes sociales, de hecho ha lanzado una línea de lápices de labios y aceites para el cuidado de la piel y trabaja como modelo para marcas y diseñadores famosos. Tiene en Instagram 79 millones de seguidores. Estrellas como Julianne Moore, Gwyneth Paltrow y Michelle Williams, consumen y promocionan sus productos. Linda domina el street-style como una experta y siempre luce una imagen fabulosa con su melena gris, su lápiz de labios rojo y sus preciosas gafas oscuras de gran tamaño.¿Esta la sociedad preparada para verlas como algo más que unas señoras mayores que se divierten sin pudor? Estas mujeres dan con su alegría y coloridos trajes una lección de vida valiosa, que es posible muchos no entiendan y se queden en la superficie. Indudablemente, ellas juegan con la frivolidad y la imagen, pero también en su actividad hay una reivindicación en cuanto a muestran de una manera muy directa que la edad no es sinónimo de estar apartado de la vida y de todo lo nuevo que se ofrece. Cada vez más personas acceden a la jubilación con salud, preparación, conectados a las redes…

La imagen del abuelo con la petanca y la abuela haciendo punto poco a poco se va cambiando por la del abuelo que cuelga en Instagram las fotos de su viaje, las de la abuela conversando en streaming, las de jubilados visitando museos…en definitiva, una tercera edad en pleno proceso de cambio de paradigma, pasando a ser una parte activa e influyente en la sociedad. Para las mujeres el paso es revolucionario en el sentido de que, además, rompen con el estereotipo de que en su generación su única opción era quedarse en casa, cuidar hijos y luego nietos y llevar con discreción los achaques. Más que los hombres, ellas deben mostrar que se puede salir de casa, cambiar de vida a pesar de los años y de las circunstancias, creer en ellas y sus posibilidades. El envejecimiento activo y la mejora de los servicios sociosanitarios deben ir acompañados por un cambio de mentalidad que deje de ver como algo extravagante y fuera de lo común actividades de las personas mayores que parecen reservadas para las generaciones más jóvenes, como el uso de las redes sociales para reivindicar una imagen y una manera de estar en la vida.

Comentarios cerrados.