La importancia del médico geriatra en la atención a personas mayores en residencias geriátricas

La importancia del médico geriatra en la atención a personas mayores (geriátricas).

Este documento sobre residencias aparecido en la web Envejecimiento En Red me parece un texto muy recomendable para todos aquéllos que trabajan en el ámbito de la atención a personas mayores en residencias de tercera edad, centros sociosanitarios o en la sanidad

Además de los aspectos más obvios, tal como leemos en Envejecimiento en red: Cada vez son más relevantes los aspectos que tienen en consideración la seguridad asistencial, especialmente en el grupo de población más vulnerable, siendo de interés disponer de procedimientos en cuanto a detección, valoración e intervención en caídas y trastornos de la marcha, en el uso adecuado de medicamentos y la prevención de reacciones adversas a medicamentos que constituye la cuarta causa de muerte en los ancianos frecuentemente prevenibles, y a nivel hospitalario o institucional en programas de control de infecciones nosocomiales.

Para quien esté interesando en el trabajo conjunto de médico y enfermería geriátricas en residencias de ancianos recomendamos el estudio Atención sanitaria y de enfermería en las residencias de mayores de Gipuzkoa.  Esto es sólo un pequeño fragmento

Como responsable de atención sanitaria, en 33 residencias (62,3%) nos indicaron que quien asumía esa función era la enfermera, mientras que en 5 (9,4%) lo hacía el médico, y en 11 (20,7%), la asumían de forma indistinta el médico o la enfermera. En cuatro residencias (7,5%) nos indicaron que otra figura profesional no sanitaria asumía la responsabilidad de la atención sanitaria. Por su parte, la enfermera era la responsable del plan de cuidados en 48 residencias (90,5%), y en 5 (9,4%) lo eran otras figuras profesionales. En cuanto al plan de atención individualizado (PAI), lo tenían diseñado en 42 residencias (79,2%), y en 11 (20,7%), no. Respecto al reconocimiento y los sistemas de calidad, en 34 residencias (61,4%) señalaban que tenían reconocimientos oficiales (EFQM, ISO), cuatro (7,5%) tenían un control de calidad propio de su grupo residencial y tres (5,6%) estaban pendientes de la certificación ISO. Doce residencias (22,6%) nos indicaron que no tenían ningún reconocimiento de los sistemas de calidad oficiales. La implicación y participación en los sistemas de calidad de los profesionales sanitarios era escasa, sobre todo por parte de los médicos, que no se sentían implicados en 35 residencias y no participaban en 33; pero también por parte de las enfermeras, quienes no se sentían implicadas en 21 residencias y no participaban en 18.

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