Ciudades amigables con los mayores, amigables para todos

15Ciudades amigables para las personas mayores, ciudades amigables para todos

Todas las previsiones apuntan al imparable envejecimiento de la población y al aumento de los habitantes de la tercera edad que se concentran el las ciudades, es decir, envejecimiento y urbanización unidos.

En las ciudades amigables con el envejecimiento, las políticas, los servicios y las estructuras relacionadas con el entorno físico y social de la ciudad se diseñan y reorganizan para apoyar y permitir a las personas mayores vivir dignamente, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena y activa

En las ciudades amigables con el envejecimiento, las políticas, los servicios y las estructuras relacionadas con el entorno físico y social de la ciudad se diseñan y reorganizan para apoyar y permitir a las personas mayores vivir dignamente, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena y activa

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y plantea que para que las ciudades amigables sean entornos inteligentes es imprescindible que sean amigables con la edad y accesibles para cualquier persona. Para cumplir este objetivo en 2005 se creo la Red Mundial de la OMS de Ciudades y Comunidades Adaptadas a las Personas Mayores.

Según informa en su propia web, la Red Mundial se estableció para fomentar el intercambio de experiencia y el aprendizaje mutuo entre ciudades y comunidades de todo el mundo. A ella puede sumarse cualquier ciudad o comunidad que esté comprometida con la creación de entornos urbanos integradores y accesibles en beneficio de su población de mayor edad.

Las ciudades y comunidades de la Red se distribuyen por todos el mundo y no importa su número de habitantes. En contextos socioculturales diversos, estas ciudades comparten el deseo y el compromiso de crear entornos urbanos físicos y sociales que favorezcan un envejecimiento saludable y activo y una buena calidad de vida para sus residentes de más edad.

Mediante la Red, la OMS facilita una plataforma mundial para intercambiar información, apoyarse mutuamente compartiendo experiencias, ofrece orientación y promueve la adquisición de conocimientos sobre cómo evaluar el grado de adaptación de una ciudad o comunidad a las personas mayores, cómo integrar una perspectiva que tenga en cuenta a estas personas en la planificación urbana y cómo crear entornos ciudadanos adaptados a ellas.

Lo fundamental de esta iniciativa es estimular a los entornos urbanos para que mediante acciones concretas, sean más amigables con la tercera edad y aprovechen su potencial en relación con sus familias, la comunidad y la economía sostenible.

En qué acciones concretas se traducen estos buenos propósitos es la clave de para hacer unas ciudades más accesibles y con entornos más amables, no solo para las personas mayores, sino con todos, pues cuando se beneficia a un colectivo en estos parámetros mejora la calidad de vida de todos los ciudadanos.

Desde el urbanismo, los servicios sociales, sanitarios o al ocio, se trata es crear una sociedad inclusiva para todos, eso exige que personas expertas en estos temas piensen y planifiquen espacios y servicios con la idea eje de accesibilidad, entornos seguros y participación. De esta manera, las personas mayores podrán sentirse cómodas, seguras y útiles, se podrán trasladar fácilmente y contarán actividades que sean de su interés en su entorno.

Todo esto se logra a través del estudio los problemas de cada barrio, con la participación de las propias personas mayores, invitándolas a que expresen sus necesidades, percepciones y puntos de vista a lo largo de todo el proceso de análisis y mejora del municipio, para establecer estrategias de mejora y poder diseñar las ciudades con la vista puesta en el futuro. Es decir, debe trabajarse desde la perspectiva de las personas, sus necesidades y su entorno cotidiano y de allí llegar a las planificaciones y planes estratégicos, al revés de cómo se ha hecho de manera tradicional, en la que la ordenación urbana y de servicios se decidía en los despachos y luego la ciudadanía debía adaptarse.

Hacer las ciudades amigables para los mayores supone cambios que afectan a ejes centrales en la organización de las ciudades como el transporte público accesible, la distribución de los servicios sociosanitarios, la vivienda, el equipamiento cultural y también a cosas que parecen menores pero que son fundamentales para crear entornos amigables: señalización accesible, rampas y bordillos rebajados, aceras con anchura suficiente, peatonalización de calles, reestructuración y mantenimiento de zonas de ocio y parques, planificación de actividades culturales…

Pero el concepto de ciudades amigables con las personas mayores tiene otro componente que enmarca todas las acciones que puedan hacerse. Es el compromiso social, vital e incluso moral que se adquiere con las personas mayores para que vivan en espacios de respeto y solidaridad. Es este aspecto el que hace que las ciudades que se unen a esta red que sean mejores en sus planteamientos, más respetuosas en su desarrollo, menos agresivas. En definitiva, las ciudades amigables con las personas mayores, al crear una filosofía de respeto, accesibilidad y participación para el colectivo mayor, crea esa misma filosofía para el resto de ciudadanos, por lo que mejora la vida de todos.

Como dice la OMS en su Global Age-friendly Cities: A Guide:  «Una ciudad amigable con los mayores alienta el envejecimiento activo mediante la  optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen». Esta Guía se conoce como Protocolo de Vancouver e identifica las ocho áreas en las que se debe intervenir para lograr el objetivo:  espacios al aire libre y edificios; transporte; vivienda: respeto e inclusión social; participación social; comunicación e información; trabajo y participación ciudadana, y servicios sociales y de la salud.

Se puede consultar y descargar junto con más documento e información de interés en http://ciudadesamigables.imserso.es/imserso_01/ciudades_amigables/docum_enlaces/index.htm

En todo el mundo, cada vez más ciudades y comunidades se unen a la Red. En España, a través del Imserso en http://ciudadesamigables.imserso.es/imserso_01/ciudades_amigables/index.htm se puede ver que ya setenta municipios, que van desde las grandes capitales como Madrid, Barcelona o Zaragoza a municipios con poco más de 10 000 habitantes.

En Iberoamérica ya están adheridas a la red grandes urbes como La Plata y Buenos Aires en Argentina, Portoalegre, en Brasil, Victoria en Chile o San Agustín de Tlaxiaca y Guadalajara en México.

 

 

 

 

 

http://www.who.int/ageing/projects/age_friendly_cities_network/es/

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