Las caídas en la tercera edad

Las caídas en la tercera edad, así como tropezones o perder el equilibrio son frecuentes. Las caídas y las fracturas son causa de hospitalizaciones y en un momento dado la muerte también. A mayor edad es más probable de caerse, según estudios el 75% de las caídas se producen en mayores de 65 y más años. Las secuelas que deja una caída son muchas por ejemplo en algunos mayores la primera vez que sufren una caída comienzan a vislumbrar el ocaso de su vida y entristecen, a otros les genera tal miedo que dejan de salir de su casa o limitan sus actividades por miedo a volver a caerse.

Las causas por las que puede ocurrir las caídas en la tercera edad son múltiples, la perdida de equilibrio, la edad, problemas visuales, auditivos, las enfermedades, los efectos de algunos medicamentos, enfermedades como Parkinson, accidentes cerebrovasculares, entornos agresivos o no adecuados para desplazarse, barreras arquitectónicas dentro y fuera del domicilio, hipertensión, desnutrición, deshidratación, diabetes mellitus, artrosis.

Existen algunos consejos que pueden ayudar a prevenir una caída:

  1. Alimentación: Aliméntese sanamente, refuerce con calcio y vitamina D, para fortalecer los huesos, cuando el medico se lo sugiera.
  2. Ejercicio: Realice un ejercicio adecuado y moderado para su edad. Esto le ayudará en su movilidad, reacción y flexibilidad.
  3. Fisioterapia: La fisioterapia puede ayudar a mejorar el equilibrio, la marcha, mantener el balance articular y muscular y reducir el impacto en las caídas.
  4. Visión: Si tiene problemas de vista, no intente hacerse el de la «vista gorda” y realícese un examen de ojos a tiempo.
  5. Compañía: Vivir acompañado, si bien no garantiza no caerse, al contar con supervisión disminuye el riesgo y aumenta la probabilidad de recibir ayuda oportuna.

No obstante si vemos a alguien que ya esta en el suelo Lo recomendable es:

caidas en la tercera edad – Primero preguntar a la persona cómo se siente.
– Dejar que se mueva sola, poco a poco.
– Esperar un poco hasta que se tranquilice y pueda sentir que está bien y no sienta dolor.
– Ayudarle para que se ponga en cuatro patas apoyando las rodillas y los codos en el suelo.
– Ponerse de rodillas las cuales deben estar separadas.
– Acercarle una silla o un objeto fuerte donde se pueda apoyar y de allí pueda agarrarse hasta levantarse.
– Si es necesario llevarlo al hospital para revisar golpes o moretones.
– Si el anciano no puede levantarse por manifestar dolor, entonces lo recomendable es ponerle una almohada y una manta para evitar que sienta frío mientras se solicita ayuda.

También existen algunos elementos o artilugios para ayudar a levantar a quien está en el suelo y no puede sin ayuda. Os dejamos un articulo que escribimos sobre ello.

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