Residencias geriátricas LGTBI

Las residencias de personas mayores son una opción cada vez más popular para aquellos que necesitan ayuda para cuidar de sí mismos a medida que envejecen. Sin embargo, las personas LGTBI a menudo enfrentan desafíos adicionales al buscar una residencia para personas mayores. A menudo, estos centros de atención a largo plazo están diseñados para personas heterosexuales y cisgénero, lo que puede llevar a la exclusión y el aislamiento para aquellos que no se ajustan a esa norma. Por ello es nornal preguntarse si hacen falta residencias geriátricas LGTBI.

Es importante que las residencias de personas mayores sean inclusivas y respetuosas de la diversidad sexual y de género. Las personas LGTBI tienen necesidades y preocupaciones específicas que deben ser abordadas por los proveedores de atención. Algunos de los desafíos que enfrentan incluyen:

  • Miedo a la discriminación y el acoso por parte del personal y otros residentes.
  • La necesidad de atención médica y cuidado de la salud culturalmente competente.
  • La necesidad de privacidad y seguridad, especialmente para las personas transgénero y no conformes con el género.
  • La necesidad de interacciones sociales que sean inclusivas y respetuosas de la diversidad sexual y de género.

Para abordar estos desafíos, las residencias de personas mayores deben trabajar para crear un entorno seguro y acogedor para todas las personas mayores, incluyendo aquellas que son LGTBI. Algunas medidas que pueden tomar incluyen:

  • Crear políticas de inclusión que sean explícitas y claras: Las políticas deben ser claras en cuanto a la inclusión de todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. Esto debe incluir la capacitación de los empleados en temas de diversidad sexual y de género.
  • Capacitación para el personal: Todos los miembros del personal deben recibir capacitación sobre la cultura LGTBI y las necesidades de atención de esta población. La capacitación debe incluir cómo abordar la discriminación y el acoso, la privacidad y seguridad de las personas transgénero y no conformes con el género, y cómo proporcionar atención médica culturalmente competente.
  • Entorno físico: Las instalaciones deben ser inclusivas y accesibles. Esto incluye habitaciones privadas y baños neutrales de género.
  • Inclusión social: La inclusión social es fundamental para el bienestar emocional de las personas mayores. Las actividades sociales deben ser inclusivas y respetuosas de la diversidad sexual y de género.

En declaraciones, el presidente de la Fundación 26 de diciembre tampoco cree que el colectivo requiera de ningún servicio especial o distinto, pero sí ha destacado que ahora ha acudido a ellos un grupo importante de residencias y les ha pedido una «formación a todo su personal en diversidad porque quieren ser abiertos». Y eso está muy bien, dice, porque «si quiero que una residencia admita la diversidad, tendré que formar al profesional que no ha sido formado nunca». Considera que esta iniciativa es excelente, ya que para que una residencia admita la diversidad es necesario capacitar a los profesionales que quizás nunca han recibido una formación al respecto. Armenteros, destaca también que cerca de un millón de personas mayores LGTBI se sentirían cómodas en cualquier centro que respete la diversidad, incluso en presencia de personas heterosexuales, siempre y cuando haya un sello que garantice un ambiente tranquilo. El colectivo reclama a las administraciones públicas que fomenten la diversidad y trabajen en pro de la inclusión. Es fundamental que se hable de esta diversidad y se promueva una educación en sexualidad que sea normalizada, enfatiza.

En esta linea, el enfermero humanista Stephan Biel, nos recuerda que Korian, a través de su marca Seniors Residencias, actualmente ofrece los «Rainbow Apartments LGTBI Friendly» en Benalmádena, Málaga, con un total de 48 apartamentos. Según la empresa, estas instalaciones brindan a las personas LGTBI una vida autónoma y tranquila en un entorno seguro, libre de fobia LGTBI. Además, la Fundación 26 de diciembre cuenta con una residencia en Villaverde, Madrid, destinada a personas LGTBI+ en situación de dependencia. Por otro lado, la Fundació Enllac de Barcelona también es una entidad comprometida en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI+.

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