Hematomas en personas mayores

Hemos dedicado ya varios artículos estos últimos meses a hablar de patologías o enfermedades relacionadas principalmente con personas mayores. En el artículo de hoy veremos que la piel sigue un poco el camino de lo detallado e otras entradas de este blog. A medida que envejecemos, nuestro cuerpo experimenta una serie de cambios, incluyendo una mayor fragilidad de la piel y los tejidos subyacentes. Los hematomas, también conocidos como equimosis, son una de las manifestaciones más comunes de esta fragilidad cutánea en los ancianos. Estas lesiones de coloración púrpura o azulada pueden indicar la presencia de otros problemas de salud.

¿Qué los causa en las personas mayores?

  • Fragilidad de la piel: Con el envejecimiento, la piel se vuelve más delgada y pierde elasticidad, lo que la hace más propensa a lesionarse incluso con un trauma menor.

  • Capacidad de coagulación reducida: El sistema de coagulación sanguínea con el paso de los años, puede volverse menos eficiente, lo que aumenta el riesgo de sangrado interno y la aparición de hematomas.

  • Uso de medicamentos: Existen algunos fármacos, como los anticoagulantes , pueden interferir con la coagulación normal de la sangre, lo que puede aumentar la probabilidad de hematomas en la piel.

  • Actividad física reducida: Una vez más, no hacer un ejercicio moderado puede tener consecuencias ya que el sedentarismo puede debilitar los músculos y los vasos sanguíneos, lo que puede contribuir a la aparición de hematomas.

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Lo bueno de la aparición de hematomas es que puede ralentizarse o prevenirse manteniendo una piel saludable. Aplicar lociones o cremas hidratantes puede ayudar a mantener la piel en buen estado y reducir su fragilidad. Asimismo ir con mucho cuidado en espacios reducidos o en tramos de escaleras nos puede evitar tropiezos o caídas. Si todo esto falla o estamos tomando una medicación que pensamos que nos podría estar causando hematomas, hablemos con el médico.

Finalmente, si ya tenemos los hematomas hay dos o tres acciones que nos ayudarán a mejorar. Primeramente, aplicar frio en la zona. Colocar una compresa fría o hielo envuelto en un paño sobre el hematoma durante unos minutos puede ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor. En segundo lugar también resulta efectivo usar vendajes o prendas de compresión suaves puede ayudar a reducir la hinchazón y la aparición de nuevos hematomas.

No olvidemos que, ante cualquier duda o para más información, lo ideal es acudir a nuestro médico.

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