Celebrar la Navidad en casa con familiares que viven en residencias de mayores Pros y contras.

Durante las festividades navideñas, muchas familias se plantean la posibilidad de llevar a sus seres queridos que residen en un centro geriátrico a casa para compartir momentos entrañables y recuperar tradiciones. Esta decisión, aunque llena de buenas intenciones, conlleva tanto ventajas como retos que es importante considerar cuidadosamente. A continuación, se exploran los pros y contras de esta decisión.

Pros de celebrar en casa:

  • Fortalecimiento de vínculos familiares
    Compartir estas fechas en un entorno familiar brinda a las personas mayores la oportunidad de revivir momentos significativos junto a sus seres queridos. La Navidad, con su carga emocional y simbólica, suele ser una época propicia para reforzar los lazos familiares, permitiendo que los mayores se sientan valorados y queridos. Este reencuentro puede ser especialmente importante en casos donde los familiares no visitan con frecuencia la residencia.
  • Cambio de ambiente
    Salir de la residencia y pasar unos días en casa supone un cambio de escenario que puede ser muy positivo para la salud emocional de los mayores. La decoración navideña, los olores familiares, las voces de los nietos y las canciones típicas pueden traer recuerdos felices y estimular la memoria. Este tipo de estímulo sensorial puede revitalizar a los residentes y mejorar su bienestar general.
celebrar la Navidad en casa con familiares que viven en residencias de mayores
  • Mayor intimidad
    Celebrar las fiestas en un entorno más privado y familiar permite crear momentos más personales y significativos. En casa, las conversaciones pueden ser más profundas, y los residentes tienen la oportunidad de sentirse nuevamente como parte activa del núcleo familiar. Además, participar en tradiciones como montar el árbol de Navidad, compartir recetas de cocina o simplemente escuchar historias en la sala puede tener un impacto emocional positivo.
  • Revitalización de tradiciones familiares
    Llevar al residente a casa brinda la oportunidad de que la familia se una en torno a tradiciones que pueden haberse desvanecido con el tiempo. Los mayores a menudo se convierten en guardianes de estas costumbres y disfrutan transmitiéndolas a las generaciones más jóvenes.

    Contras de celebrar la Navidad en casa con familiares que viven en residencias de mayores

    • Dificultades de movilidad y logística
      Para las personas mayores con problemas de salud o dependencia, trasladarse puede ser físicamente agotador y emocionalmente estresante. Levantar, movilizar y acomodar al residente requiere planificación y a menudo implica riesgos, como caídas o exacerbación de problemas de salud existentes. Además, los traslados en invierno pueden ser especialmente complicados debido al clima.
    • Falta de infraestructura adecuada
      Las casas familiares no siempre están preparadas para atender las necesidades especiales de los mayores, como camas adaptadas, sillas de ruedas o baños accesibles. Esto puede generar incomodidades tanto para el residente como para los familiares que se encargan de cuidarlos. Asegurarse de que todo esté en condiciones puede requerir tiempo, esfuerzo y, en algunos casos, un gasto adicional.
    • Desconexión temporal de la rutina
      Pasar unos días fuera de la residencia puede alterar la rutina diaria de los mayores, lo que, para algunos, puede resultar desorientador o incluso perjudicial. Las personas con deterioro cognitivo, como aquellas con demencia, podrían sentirse confundidas al cambiar de entorno. Esto podría traducirse en cambios de comportamiento, alteraciones del sueño o episodios de ansiedad.
    • Sobrecarga emocional y física para los cuidadores familiares
      Aunque el deseo de compartir las fiestas juntos sea genuino, los familiares que asumen el rol de cuidadores durante estos días pueden sentirse abrumados por la responsabilidad de atender adecuadamente al residente. Cocinar, organizar las celebraciones y, al mismo tiempo, asegurarse de que el mayor esté cómodo puede generar estrés y fatiga.
    • Dificultad para reintegrarse a la residencia
      Para algunos residentes, volver a la residencia después de pasar unos días en casa puede ser emocionalmente difícil. Esto podría derivar en episodios de tristeza o desmotivación, especialmente si la persona siente que se encuentra más aislada al regresar al entorno residencial.

    En cualquier caso, lo que debe quedara claro es que lo más allá de las circunstancias particulares de cada familia, las navidades se celebren juntos ya sea en la residencia o en casa.

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