Maneras de decir las cosas (sobre contenciones en residencias de mayores)

Una reciente contraportada del periódico La Vanguardia en la que se entrevistaba a la Doctora Ana Urrutia, y se centraba en el uso de contenciones en residencias de la tercera edad  ha causado una fuerte reacción en muchas personas que trabajan en residencias para mayores.

Uso de contenciones en geriátricosAna Urrutia es la promotora del método Liberager en la Fundación Cuidados Dignos y una de las máximas promotoras de la atención en residencias sin uso de contenciones.  Desde esa posición ha participado en múltiples foros, congresos y actos, algunos organizados por Inforesidencias.  Lo que ha resultado llamativo en este caso es la vehemencia con la que ha defendido sus posiciones y las fuertes palabras que ha utilizado.

Aquí puede verse la entrevista completa de la que las siguientes líneas son sólo un fragmento:

He visto residencias en las que había más usuarios de los debidos, ancianos durmiendo en un sofá cama a los que yo tenía que atender con analgésicos porque sufrían un lumbago fortísimo. … Y he visto, que es lo que me hizo reaccionar, cómo se abusa de los neurolépticos para que estén tranquilos y no molesten con su deambular o insistencia de que se quieren ir a casa.

¿Qué es eso de sujeción física?

Los atan con correas a la cama, a una silla de ruedas o a un sillón para que no se levanten, se caigan y se hagan daño.

¿Todo el día?

Sí. A menudo no sabemos qué grado de demencia tiene la persona, y resulta fácil decir: “No se entera”, como si sufriera menos. Pero sufren.

¿Y si quieren ir al baño?

Como muchos ya no tienen lenguaje, intentan una y otra vez levantarse, y en esa lucha ha habido pacientes que han sufrido traumatismos muy graves. (…)

Además, en España el problema no es sólo que sujetemos mucho, sino que lo hacemos mal. La sujeción es un elemento que produce muchos efectos secundarios.

Cuando leí la entrevista me pareció que las palabras elegidas por Ana Urrutia eran innecesariamente contundentes, demasiado duras para las residencias existentes y no reflejaban la realidad.  Sobre todo teniendo en cuenta que existen muchos centros  que han rebajado el uso de contenciones en los últimos años, contando o sin contar con la ayuda de la Fundación que dirige la Doctora Urrutia.

Lo cierto es que Ana Urrutia parece en el artículo innecesariamente modesta porque la realidad es que hoy, debido en parte  a que ella lleva años exponiendo su punto de vista, mucha gente ha cambiado de parecer por lo que la realidad no es tan tétrica como ella describe.

Cualquiera que lea la Vanguardia (periódico de Barcelona) sin conocer la situaición de las residencias podría pensar que una residencia es un centro con ancianos «atados» caprichosamente con «correas».  La realidad es que en Cataluña, para que un usuario de una residencia lleve una contención hace falta que exista una prescripción médica, el consentimiento de la persona o su representante, un protocolo y un registro actualizado.  Una vez puesta, existe una supervisión estricta por parte de la inspección que ha llegado a proponer sanciones de 4.000 Euros porque un residente que tenía prescrito un cinturón llevaba un peto  (o sea, por incumplir la pauta de contención) o incluso porque un residente que tenía prescrita una contención no la llevaba puesta durante la visita del inspector.

Actualmente, cada vez más médicos, profesionales, sanitarios y gestores de residencias entienden que el uso de contenciones, tal como se venía utilizando hasta hace unos años  requería de una revisión y, como consecuencia de la misma, están rebajando su uso.  Varios centenares de residencias en toda España han contratado los servicios de la Fundación Cuidados Dignos o de CEOMA (y su programa «desatar al anciano», dirigido por el Dr. Burgueño, que lleva más de 10 años funcionando con presencia en congresos y jornadas es constante) para poder aplicar su método de reducción, e incluso eliminación de sujecciones.

Todo esto me ha hecho pensar que si no hubiera leído la fecha de la Vanguardia me habría parecido que todo lo que dice parece más retratar una realidad de 1996 que de 2016.  Creo que hubiera sido más ajustado a la realidad que la Doctora Urrutia hubiera dicho que, a pesar de que la inmensa mayoría de residencias prestan un servicio adecuado y ajustado a los criterios que establecen los médicos y el personal de atención, estos métodos tienen que encaminarse hacia una atención que se base más en lo que quieren los residentes y en la que se apliquen menos contenciones.  Quizás podría haber dicho que hoy en Barcelona alguien que busque residencia puede optar entre centros que han elegido no usar contenciones u otros que las utilizan con prescripción médica y supervisión. Lo que pasa es que, si hubiese dicho eso, quizás o la entrevista no hubiese tenido tanto «gancho».

O quizás la clave está en la siguiente frase que aparece en la entradilla de la entrevista «Su fundación Cuidados Dignos promueve y ayuda a implantar ese modelo de cuidado más humano que ya han asumido y han probado 150 centros y por el que su creadora ha sido seleccionada como Emprendedora Social de la red internacional Ashoka»

Hace tres años, en el Blog de Josep de Martí, una entrada titulada «¿Desatar o liberar?» planteaba que, una vez, una residencia decidía que quería reducir las contenciones y deseaba recibir ayuda para conseguirlo, se encontraba con algo peculiar:

 «..el surgimiento no de uno sino de dos modelos que permiten a las residencias «andar el camino» hacia la reducción y/o eliminación de sujeciones.  Me refiero, por supuesto a «Desatar al anciano» de CEOMA y a «Libera Ger» de la Fundación Cuidados Dignos.
Hace dos años, cuando organizamos las Jornadas anuales de Inforesidencias.com intenté hacer un cara a cara entre el Dr. Burgueño y la Dra. Urrutia, las caras visibles de cada uno de los modelos, pero el primero excusó su participación con lo que no pude obtener la respuesta a la pregunta que buscaba: Si una residencia quiere «andar el camino» ¿que modelo le conviene más escoger?
La respuesta no es baladí ya que ninguno de los dos es barato.  En ambos casos, supone contratar una consultoría, una formación del personal, un acompañamiento y, si se desea, finalmente una certificación.  En ambos casos no se trata únicamente de «quitar contenciones» sino de trabajar de otra forma en la que las contenciones no tienen lugar.  O sea que valdría la pena que alguien pudiese hacer una evaluación de ambos sistemas y la explicase al mundo».
Han pasado tres años de este psot y todavía no se ha producido esa evaluación que permitiría a una residencia tomar una decisión contrastada.  O sea que CEOMA y LiberaGer siguen compitiendo.
La opinión de Inforesidencias es que es bueno que surjan diferentes modelos de atención basados en la evidencia y en la intervención de profesionales de forma que, del debate y sobre todo, de la voluntad de los mayores y sus familiares (cuando los propios mayores no pueden decidir) surjan la diferentes modelos entre los que elegir.  La tendencia en todos los países que hemos visitado en los viajes organizados por Inforesidencias es la de la racionalización, reducción e incluso, eliminación de las contenciones, por lo que pensamos que es lógico que aquí también vivamos ese proceso, tal como está sucediendo.
Sería bueno que el proceso se siga intentando evitar la generación de miedo en los residentes actuales y eventuales así como la descalificación de los profesionales y gestores de centros.
Por supuesto, invitamos a la Doctora Ana Urrutia a escribir un post como bloguista invitada por si quiere aclarar, matizar o contradecir algo de lo que hemos escrito. Y también animamos a participar en un debate que consideramos muy importante para el sector y para los mayores.

3 respuestas hasta ahora

  1. Iñaki Anton dice:

    DIARIO «LA VANGUARDIA «.
    A la At. Director
    Av. Diagonal 477-9
    08036-Barcelona

    Apreciados Sres:

    En relación con El Reportaje publicado ayer día 6/ 4 /16 ,en la Contraportada y con el título «EN ESPAÑA TODAVÍA ATAMOS A LOS ANCIANOS A LA CAMA», en entrevista a Ana Urrutia y firmado por IMA SANCHÍS.

    Les solicitamos el Derecho a la Rectificación del mismo, en el plazo de 72-Hras, por considerar que el Contenido del mismo con abuso de generalizaciones se convierte en CALUMNIOSO, así como se vierten INJURIAS CONTRA LOS PROFESIONALES DE ESTE SECTOR.

    Les solicitamos el Derecho a la Rectificación con el mismo formato de la publicación referida y en caso de no ser así nos veremos en la obligación a emprender otro tipo de Acciones e incluso la Judicial si fuera pertinente.
    Consideramos que el contenido del mismo es un tema tan absolutamente sensible, carece de la sensibilidad necesaria y que sus graves afirmaciones vulneran la Profesionalidad de cientos de CUIDADORES Y OTROS PROFESIONALES implicados en la atención de nuestros mayores, como puedan ser colectivos de Enfermería, Fisioterapia, Médicos, Psicólogos, Terapeutas u otros, no descartando que QUIZÁS SE ESCONDEN INTERESES MATERIALES EN EL FONDO.

    Para su conocimiento ASCAD, somos La Asociación Profesional de Directores de Centros Gerontológicos de atención a la Dependencia de CATALUNYA, constituida al amparo de la Ley de Colegios Profesionales de Cataluña y que en consecuencia agrupa a multitud de Responsables de Centros Gerontológicos en CATALUNYA (Psicólogos, DUE, Médicos, Trabajadores Sociales, Fisioterapeutas, otros ), así como los impulsores de LA INICIATIVA LEGISLATIVA POPULAR (ILP) destinada a asegurar la Protección y por ende LA DIGNIDAD de los GRANDES DEPENDIENTES de nuestra Comunidad.

    En Sabadell, a 7 de Abril de 2016

    Fdo.
    Dr. Iñaki Antón Gorostidi
    Máster en Gerontología Social y en Valoración del Daño Corporal
    Vicepresidente de ASCAD

  2. Mariana Veronica Gaianu dice:

    Trabajo como gerocultora en una residencia de Reus provincia de Tarragona, desde año pasado hemos iniciado este proyecto, aún que es duro cambiar de ( paradigma) me hace inmensa ilusión. Es una forma de trabajar con que siempre he soñado…felicito,admiro la Doctora por su iniciativa y como no por su enorme corazón y coraje.