El papel del trabajo social en la ACP

Una vez más nos acompaña Carles Reixach, trabajador social especializado en tercera edad. En esta ocasión nos habla del papel inicial que desempeña el trabajador/a social en el largo y gratificante camino del modelo de atención centrado en la persona. Gracias Carles.

La ACP es un tema que se está convirtiendo en el porvenir de muchos centros. El que una residencia se adapte a las necesidades, gustos y preferencias de cada residente es el futuro y eso no hay mucha gente que lo ponga en duda. Tampoco hay mucha gente que desde el rol profesional cuestione la importancia de la gerocultora o auxiliar de enfermería en este proceso de conocimiento dela idiosincrasia y del día a día de cada persona.

Hace ya un tiempo en otro post, puse algunos ejemplos para trabajar de la forma más completa posible y desde las limitaciones de cada residencia con el modelo ACP, y como intentar adaptarnos a cada caso. Hoy me gustaría hablar del que considero que es el papel inicial del trabajador social dentro de esta metodología.

Para no andarme por las ramas, desde hace muchos años al trabajador social se le atribuye un papel de gestor de recursos publico-privados sea cual sea el servicio en el que trabaje. Personalmente no voy a huir de esta visión porque parte de ella es cierta. Centrándonos en los servicios de la tercera edad, tenemos que tener un amplio conocimiento de los recursos para las personas mayores de la zona y, como no, de la ley de dependencia, entre otros. Pero nuestras tareas y potencialidades van mucho más allá de estos «saberes» . Somos entre otros, unos profesionales de la entrevista y  de el conseguir la información que necesitamos en cada caso. En este sentido, somos muchas veces el primer contacto de las familias y de los residentes con el centro. En las entrevistas que tenemos con todos ellos aprovechamos para obtener información del usuario en lo que se llama la historia de vida.

Mediante esta historia de vida pretendemos saber como ha sido la situación familiar, económica y laboral del nuevo residente. En ella también se recogen su visión personal de su forma de ser, anhelos, los miedos, las cosas que no gustan, las ideologías, aficiones, las preferencias de esa persona etc. El objetivo es conocer a la persona para actuar de forma que cada uno de los residentes pueda sentir tan cerca como sea posible de la vida que llevaba en su casa. También aprovechamos el conocimiento de los recursos y servicios de la zona para que las personas que ya acudían a ellos lo puedan seguir haciendo y que para los que no lo hacían sepan de su existencia y valoren si les interesa.

No obstante, aún con todo esto, lo que esta claro es que para llevar a cabo un buen abordaje de la ACP es necesario el trabajo de todo el equipo, tanto de atención directa e indirecta. Y aunque hoy haya hablado del papel inicial del trabajador social, sin la ayuda y la implicación de todo el equipo no será posible llevarlo a cabo de la manera más satisfactoria y completa.Tampoco debemos olvidar que es un modelo cambiante ya que las personas no somos siempre iguales.