Para los mayores, la primavera también es época de cambios

Esta primavera, por fortuna, para las personas mayores va a ser muy distinta a la del año pasado. Aunque todavía hay que ser en extremo cautos y debemos seguir con las necesarias medidas sanitarias de distanciamiento social, uso de mascarillas y lavado de manos, la vacunación ha acercado la realidad de una vida parecida a la anterior.

En las residencias para la tercera edad, que han sufrido de manera dramática con la enfermedad, prácticamente se ha completado el proceso de vacunación, por lo que en muchos de estos centros sociosanitarios se han retomado actividades esenciales para la calidad de vida de los residentes: paseos, pequeñas excursiones, salidas culturales al aire libre y, sobre todo, las familias pueden acercarse a los centros, de manera prudente y controlada, pero acercarse por fin. Para las personas que viven en sus domicilios, el proceso va avanzando, y a medida que pasan los días aumenta el número de vacunados mayores de 80 años y se van incorporando los de 60-70.

El alivio que supone la inmunización de los mayores y el regreso a una vida que se creía perdida se produce en la estación del año más propicia para los cambios, los inicios y la renovación. En primavera renace la naturaleza, pero el ánimo suele también alterarse. Para poder vivir la primavera con alegría y aprovechar que los mayores ya pueden retomar poco a poco sus actividades, proponemos unas pautas que les harán más fácil y placentera esta época del año:

Comer fruta y verdura de temporada

En el mercado ya se encuentran frutas y verduras de temporada que aportan nutrientes esenciales para la salud. Ya no se necesita el aporte calórico invernal y es el momento de empezar con comidas más ligeras a base de hortalizas. Apetece librarse de potajes y retomar ensaladas, cremas y gazpachos. No hay que olvidar que es temporada de frutas como las fresas y demás carnosas, que se pueden comer o tomar en batidos y licuados que hacen más agradable la necesaria ingesta de líquidos. Es necesario que la dieta incluya pescado, frutos secos, carnes magras. Una dieta ligera de ingesta, pero rica en nutrientes.

Oportunidades al aire libre

Se inicia un periodo ideal para los paseos por los parques, el campo o la playa. Todavía el sol no aprieta y tanto por la mañana como por la tarde dar paseos es una manera muy tonificante de mantenerse en forma y de socializar. No hay que olvidar tomar el sol es necesario para poder absorber vitamina D, necesaria para la salud de los huesos, por lo que es un fuerte aliado contra la fragilidad de las personas mayores. Las excursiones y salidas programadas son una manera estimulante de ejercitar cuerpo y mente. Un pequeño cuento «el fresno de la residencia»

Vigilar los cambios de temperatura

En primavera, a lo largo de día, se puede pasar de estar en camiseta de manga corta a necesitar una gruesa chaqueta y, a menudo, un chubasquero. Las personas mayores son muy sensibles a los cambios de temperatura, por lo que es necesario vigilar en las casas y residencias tanto el exceso de calor durante el día, como las bajadas que se pueden dar por la tarde y la noche. También, es necesario ir preparados en las salidas con la ropa de abrigo necesaria por si hace falta, e incluso con un sombrero por si el sol se vuelve a ratos molesto. Con esta precauciones, se evitarán catarros y afecciones respiratorias que pueden tener consecuencias graves en las personas mayores.

Atentos al estado de ánimo

En esta época del año muchas personas padecen astenia primaveral. Las personas mayores la sufren en mayor medida y hay que estar atentos, pues no es una afección que se suela comentar por su parte. Los síntomas son cansancio, ansiedad, trastornos del sueño, tristeza e irritabilidad. El cuerpo se tiene que adaptar a las variaciones en el clima y el ambiente, y ese gasto de energía provoca los síntomas citados y, en ocasiones, incluso se debilita el sistema inmunitario. Para combatirla se recomienda una dieta equilibrada, vigilar la hidratación, respetar los ciclos de sueño, hacer ejercicio moderado y fomentar los encuentros y actividades que producen satisfacción personal.

Mucho cuidado con las alergia

Las alergias pueden convertirse en un problema muy serio en las personas mayores. En Inforesidencias tratamos el tema en un artículo que recomendamos. Se puede acceder a él aquí y en él se va a encontrar datos y pautas para poder afrontar con menos riesgo este problema que se agudiza en primavera. Es muy importante que tanto la persona mayor afectada como sus familiares y cuidadores estén al tanto de los problemas de alergia diagnosticados y, si no lo están, tener la atención puesta en los síntomas que pueden delatarlos.

Tiempo de oportunidades

El aumento de horas de sol, la subida de las temperatura, los árboles de nuevo llenos de brotes, las flores, la alegría de los pájaros, alejan las tristezas. El calor del sol invita a salir del retraimiento invernal y esto se convierte en una oportunidad para estimular a las personas mayores a retomar o iniciar actividades que promueven un envejecimiento activo y saludable. Por ejemplo, es el momento de plantar huertos o jardines en la casa del pueblo, en los balcones, en los huertos urbanos o de iniciar esta excelente actividad en la residencia. Quedar con familiares y amigos, jugar a las cartas en el jardín de la residencia en lugar de en el salón comunitario, leer o pintar al aire libre, son actividades que no suponen un gran esfuerzo organizativo y que aportan enormes beneficios.

Todos hemos sufrido un largo año de pandemia, pero las personas mayores han sido quienes más han soportado el aislamiento, la enfermedad y la pérdida. Ahora que la esperanza se va abriendo paso, y que las vacunas inician el camino se la esperanza hacia una vida cercana a que teníamos antes, debemos contribuir todos para que ellas sean las primeras que disfruten de la primavera.

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