Cómo deben afrontar las personas mayores el invierno y la Covid-19

El invierno y los meses de frío están ya muy cerca y no se debe ignorar la incidencia que tienen en la pandemia de Covid-19 y en como afectará a las personas con más riesgo, los mayores y aquellos que padecen enfermedades respiratorias crónicas. Este año el invierno y la Covid-19 se podría decir que van de la mano.

La llegada de la primera gran ola de Covid-19 (no así los primeros casos) coincidió con el final del invierno y el inicio de la primavera. A lo largo del verano se fue viendo un descenso de casos y una relajación en las medidas de prevención, pero, con la llegada del otoño y los primeros fríos, una segunda ola de infecciones vuelve a poner en riesgo a muchas personas, sobre todo a las de mayor edad.

Aunque esta ocasión hay franjas de población afectada más jóvenes, persisten las infecciones de las personas mayores y los focos preocupantes en las residencias para mayores. De hecho, el 80 % de las personas fallecidas en esta segunda ola son mayores de 70 años. Así pues, se deben protegen con el máximo celo los entornos de convivencia de los ancianos, ya sean residencias geriátricas, vivan en compañía de familiares o solos. Para que esa protección sea completa, se debe acompañar y asesorar a las personas para que también se autoprotejan, pues no basta con las recomendaciones ni con las medidas que se tomen a nivel administrativo o de los centros, aun cuando estas sean imprescindibles.

Lo fundamental es que las personas mayores no deben relajarse con los hábitos adquiridos durante la primera ola de la pandemia: lavado de manos, uso de mascarillas y distanciamiento social. Aunque esta última medida sea la más difícil de cumplir, tanto los mayores como los jóvenes deben concienciarse de que el pensamiento de que por ser de la familia o alguien cercano no se puede contagiar es práctica de riesgo. Los jóvenes tienen de manera lógica una mayor vida social, salen a trabajar… y pueden estar asintomáticos y eso aumenta la sensación peligrosa de falsa seguridad con el entorno cercano. Por lo tanto, es responsabilidad de todos no transmitir la enfermedad a los más vulnerables.

En cierto que en los entornos familiares suele ser algo más complicado mantener las distancias, aunque debe procurarse en la medida de lo posible y ser muy estrictos en las medidas higiénicas. También es imprescindible llevar gel hidroalcohólico cuando se sale de paseo o de compras para aplicárselo tras tocar alguna superficie o manejar dinero.

En las residencias para mayores, las medidas pasan por extremar las medidas higiénicas y controlar de manera estricta el estado de salud de las personas que interactúan con los residentes, ya sean profesionales o familiares. En este último caso, las medidas de aislamiento que imponen la restricción de visitas deben hacerse con mucha cautela, pues se ha demostrado que la falta de ejercicio que impone la restricción de movimientos y de contacto con las familias y relaciones sociales afecta a la salud tanto física como mental de forma grave. La responsabilidad por parte de familiares y centros es la mejor herramienta, y siempre se puede acudir a soluciones como aumentar actividades de fisioterapia, de terapia ocupacional para reducir los riesgos de la inmovilidad y fomentar las videoconferencias para paliar la soledad.

(¿Por qué 2 de cada 3 fallecimientos por Covid se han producido en residencias?)

Un elemento de protección es también la vacuna contra la gripe. Es una ayuda muy importante para proteger a las personas mayores de una enfermedad, la gripe, que aparte de tener graves consecuencias, tiene algunos síntomas parecidos a los de la Covid-19, por lo que puede confundirse y retrasar diagnósticos. El Ministerio de Sanidad ha difundido en una nota que «no existe ninguna evidencia que demuestre que exista un mayor riesgo de infectarse por coronavirus o de padecer Covid-19 de mayor gravedad por haber recibido una vacuna frente a la gripe». Sin embargo ayuda a controlar una enfermedad que todos los inviernos es causa mortandad en las personas mayores. Además, en un contexto de infecciones de Covid-19, es importante reducir, gracias a la vacunación, reducir la carga asistencial por gripe en los centros sanitarios, lo que redunda en una mejor atención para todos.

invierno y la covid19

La recomendación de que los grupos de riesgo, entre los cuales están las personas mayores, se vacunen contra la gripe forma parte de las indicaciones que todos los años se hacen para afrontar el invierno. Este año, a ellas debemos añadir las específicas contra la Covid-19, pero esto no deben hacer que se olviden las primeras, que son fundamentales para pasar el invierno de manera saludable y activa.

Para llevar de la mejor manera los rigores del frío, se deben seguir unos sencillos hábitos de salud, tanto en los centros residenciales como en los domicilios particulares. Los exponemos a continuación. Se debe cuidar la alimentación, procurando que sea equilibrada y que contenga los aportes energéticos necesarios y adecuados al estado físico y la actividad de cada persona. Es el tiempo de guisos, sopas y potajes que reconforten, sin descuidar el necesario aporte de frutas y verduras ricas en vitamina C.

Es fundamental procurar una buena climatización con temperaturas confortables y en espacios que puedan ser ventilados sin dificultad y de manera frecuente. La temperatura recomendada es de 21°.

Es básico cuidar la hidratación. El invierno disminuye la sensación de sed, y las personas mayores, además, suelen sentir menos necesidad de beber. Es importante ofrecer bebidas calientes, agua y zumos de manera frecuente.

Tanto en interior como en exterior hay que abrigarse bien. Con la edad se regula peor la temperatura corporal. En importante estar bien abrigados, sin sofocarse, en casa o en la residencia, y, sobre todo, en las salidas al exterior. Por último, es muy importante dar un paseo diario. Con la ropa adecuada, un paseo mantiene la salud de las articulaciones y músculos y es un estímulo para la mente. Si no se puede hacer por motivos de movilidad o salud, se pueden hacer tablas de ejercicios sencillos o de fisioterapia en el interior de las casas o centros.

Es necesario seguir estas recomendaciones generales y las específicas en relación al invierno y la Covid-19 de este año. Se presenta un invierno complicado para la salud de nuestros mayores y todas las precauciones que se tomen con ellos son imprescindibles para su bienestar.

Descubre algunas de las residencias con un indicador de transaparencia más alto

Comentarios cerrados.