Caso real: El Sr. J rechaza el centro de día

En este artículo voy a exponer, a través de un caso real, cómo conseguimos una adaptación exitosa, de una persona que rechaza el centro de dia, es decir, que no quiere (o quería, mejor dicho) ir al centro.

Antes de todo, me gustaría remarcar que cada persona es única y por lo tanto, esta forma de proceder puede no ser atribuible a otra persona pero probablemente sirva como guía o inspiración para algún caso similar.

La mujer del Sr. J., se encontraba exhausta debido al cuidado y supervisión que tenía que brindarle a su marido, las 24h del día, los 365 días del año, sin descanso y sin ayuda de otros familiares o profesionales externos. El Sr. J, ya había probado en ir a otro centro de día anteriormente, pero no aguantó más de 2 días, ya que se mostraba agresivo tanto verbal como físicamente, buscando la salida continuamente y no había forma de tranquilizarle.
Pasado un tiempo, su mujer decidió contactar con nosotros y probar otra vez, expresaba que nuestro centro se veía diferente, nada que ver con el otro, quizás tendría mejor acogida y confiaba en nuestra formación como psicogerontólogos, pero anticipaba otro fracaso.

El primer día que el Sr. J., vino “a probar” era su cumpleaños, lo teníamos todo preparado para celebrarlo y con la excusa, le invitamos a pasar, pero no quiso. En ningún momento le forzamos y estuvimos fuera manteniendo una agradable conversación. Y así seguimos varias veces más: cuando salía a pasear con su mujer, pasaban por delante y nos llamaban al timbre (antes ya nos habían avisado por teléfono para que estuviéramos preparados y disponibles para atenderles), se les invitaba a entrar, el Sr. J., decía que no, hablábamos un rato en la calle y se iba.

Al final, de tanto pasar por delante, hablar con nosotros sobre el centro, las actividades que hacíamos, etc., le acabó resultando un lugar familiar y de confianza. Y un día decidió entrar. Paralelamente ya habíamos entrevistado a su mujer para que nos informara sobre aspectos relevantes de su vida y posteriormente pudimos realizar la entrevista de historia de vida con el propio Sr. J.

El Sr. J., era médico y fue un hombre de gran reputación. La narración sobre su trayectoria profesional abarcaba más del 40% de la entrevista de historia de vida y, por ende, ocupaba un papel muy relevante para él. El Sr. J., no se jubiló hasta los 70 e incluso siguió ejerciendo en su consulta privada hasta alrededor de los 80 años.

Aunque en ese momento, el Sr. J., ya presentaba un deterioro cognitivo moderado, se le ofreció un rol importante en el centro de día, que contribuía a su autorrealización personal como médico. Lo hacíamos partícipe en las intervenciones de la enfermera, le preguntábamos su opinión y tratábamos temas sanitarios en las diferentes actividades de estimulación cognitiva.

Cada vez se sentía más cómodo en el centro, aun así, había ocasiones en las que se quería ir, en las que intentábamos reconducir pidiéndole ayuda para revisar cuestiones médicas de otros pacientes (usuarios/as del centro de día). Algunas veces no podíamos impedirle la salida y por supuesto, si se le privaba, reaccionaba de forma agresiva. Nuestro centro de día está a pie de calle y la puerta es transparente, por lo que era fácil tanto el acceso como la salida. La solución fue acompañarle en su independencia. Si él decidía salir, íbamos a dar un paseo y hablábamos de algún tema de su interés para redireccionar sus emociones hacia pensamientos positivos. Al terminar el paseo, la mayoría de veces, aceptaba volver a entrar.

Sin embargo, si algún día no quería entrar, entonces llamábamos a su mujer para que viniera a buscarlo y nos quedábamos fuera hablando con él hasta que llegaba. Lógicamente, no siempre se podrá reconducir la situación, ya que intervienen muchos factores diferentes que pueden provocar más agitación, inquietud o ansiedad a la persona, sobre los cuales, quizás no podamos intervenir de manera inmediata; pero en este caso y de manera generalizada, conseguimos pasar de no querer poner un pie en el centro a querer venir incluso el fin de semana, cuando el centro estaba cerrado.

Espero que este ejemplo del caso de una persona que rechaza el centro de día te haya resultado útil. Si deseas que te ayudemos a conseguir una adaptación exitosa en tu residencia o centro de día, puedes visualizar nuestro curso online, recomendado por la Asociación Española de Gerontología: https://seniorcoach.es/productos-y-servicios/como-conseguir-una-adaptacion-exitosa-en-una-residencia-o-centro-de-dia/

Autora:

Sònia Shah Llois, psicogerontóloga y fundadora de Centre de Dia Vincles y Senior Coach

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