Es hora de empezar a hacer ingresos en algunas residencias de mayores

La pandemia está siendo algo terrible, eso es cierto.  En qué medida las decisiones que se toman ahora pueden generar que la ruina se acabe uniendo al dolor es algo por determinar.

Desde mediados de marzo las visitas y entradas de personas ajenas a cada residencia están prohibidas en todos los establecimientos de España.  Incluso parece que, a pesar de que los mayores no enfermos que viven en sus casas, pueden salir unas horas al día a pasear, todos los que viven en residencias deben seguir confinados en lo centros (incluso algunos, doblemente confinados en la residencia y en su habitación).

señora mayor mirandoHace dos semanas ese cierre total era una medida lógica y proporcionada.  Ahora, con una mayor capacidad para pasar tests PCR y serológicos masivos, disponiendo de más EPIs y con menos empleados de baja, la medida podría relajarse algo, sobre todo en el caso de personas mayores en fases terminales y siempre tomando las medidas de protección adecuadas.  Aún así, entiendo que nuestros gobernantes prefieran pecar de “sobre-prevención” incluso pasando por encima de los sentimientos de las personas mayores y sus familiares.   Quiero pensar que si la madre del ministro, el presidente del gobierno u otro alto cargo estuviese en una residencia viendo su muerte cercana, tampoco a ellos les dejarían entrar a despedirse.

Otro tema relacionado pero diferente es la bondad de la prohibición generalizada de realizar nuevos ingresos en las residencias.

Creo que ha sido una medida adecuada y oportuna al principio de la pandemia y durante los momentos de contagio desenfrenado, pero que ya no se ajusta a la situación actual.

Hoy sabemos que la pandemia ha tenido afectación diferente en distintas comunidades autónomas, provincias e incluso entre residencias de la misma ciudad.  También sabemos que la gran mayoría de residencias, después de haber testeado a sus residentes y empleados están “libres de Covid-19”, es más, muchas no han tenido en todo este tiempo ni un solo caso.  Sabemos, además, que la necesidad de plazas en residencias ha seguido produciéndose.  En Inforesidencias.com volvemos a tener casi las mismas búsquedas de residencia on-line que antes de la pandemia y recibimos mensajes de personas desesperadas por encontrar una residencia para un ser querido que la necesita.  Esas personas, muchas de las cuales están dispuestas a pagar por el servicio que quieren contratar saben de residencias sin nadie enfermo y con plazas vacías.

Me atrevo a proponer que, desde las administraciones, con los datos que ya tienen (porque las residencias llevan casi dos meses facilitándoselos diariamente), establezcan un plan de “desescalamiento residencial” de forma que, para empezar, y de forma inmediata las residencias que reúnan unos requisitos y que, voluntariamente quieran, puedan realizar ingresos.

Esos requisitos podrían ser:

  1. No tener en la actualidad, o no haber tenido en los últimos 15 días ningún caso positivo entre los residentes ni empleados de la residencia. Dato comprobable con tests válidos.
  1. Poder ofrecer un espacio de confinamiento o sectorizado para los nuevos ingresos en el que estarán los 14 primeros días.
  1. Admitir únicamente a residentes que hayan sido testeados como “covid negativos” durante las 48 horas anteriores al ingreso.
  1. Disponer de un informe médico que justifique el ingreso.
  1. Continuar aplicando los protocolos de seguridad que se establezcan, incluyendo el testeo periódico de los residentes y empleados, hasta que la pandemia se dé por acabada.

Admito todo tipo de críticas y reservas sobre estos cinco requisitos.  No digo que necesariamente tengan que ser éstos, pero estoy seguro de que existen unas condiciones en las que algunas plazas libres que se han producido durante la pandemia podrían empezar a ser ocupadas.

Me estoy refiriendo a ingresos voluntarios y a plazas privadas pagadas por usuarios.  Por supuesto que, cada comunidad debería, a mi entender, empezar ya a plantear un regreso al ingreso de residentes en plazas concertadas o financiadas de otra forma por la administración.

Seguir con un cierre total a los ingresos en todas las residencias, a mi entender, es una medida desproporcionada.   Puedo entender que alguien que cree que las empresas son invitados no deseados en el sector de la atención a mayores tome medidas orientadas a hacerlas sufrir e incluso a que algunas se vean abocadas al cierre, pero quiero creer que nuestros gobernantes están tomando decisiones en defensa del interés general.

A veces “quiero creer” demasiado.

Josep de Martí

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