Las personas mayores y las redes sociales

Hace ya un tiempo, en 2017, hablamos en Inforesidencias acerca de las personas mayores y el uso de internet, para qué lo utilizaban y en qué medida. En 2020, el acceso de internet ha aumentado de manera espectacular en el uso de las redes sociales. Se trata de una manera de relacionarse con el mundo que está en pleno avance, por lo que es interesante plantearse cómo está el panorama hoy, a principios de 2020, en el que las redes sociales son ya, de manera masiva, una forma natural de relacionarse para todas las generaciones. Y es que hoy en dia hablar de personas mayores y las redes sociales ya no resulta extraño.

Vivimos en un mundo muy acelerado, por lo que parece que disponer de un teléfono inteligente es algo natural desde hace mucho y que todos somos nativos digitales, algo que solo es cierto para la capas jóvenes de la sociedad. De hecho, la incorporación de las personas mayores a la tecnología sigue dos ritmos distintos.

Por una parte, están las nuevas generaciones que se incorporan a la jubilación con un bagaje tecnológico considerable. Muy pocas personas de 60-65 años no saben manejar redes sociales como WhatsApp, la mayoría conocen Facebook y muchas de ellas disponen de Twitter y de Instagram. Sin embargo, a partir de los 70 años, la brecha se acentúa, aunque el interés por comunicarse y aprender es cada vez mayor.

Actualmente en el mundo hay más de 3000 millones de usuarios que se conectan a diario a las redes sociales, es decir un 42 % de la población mundial. En España, 25,5 millones de internautas utilizan alguna red social a diario, es decir la mitad de los españoles se valen de ellas para informarse, mantener contacto con sus conocidos o familiares, entre otros usos. Muchos de ellos tienen más de 65 años.

A ello contribuye que la tecnología es cada vez más accesible e intuitiva, por lo que no se precisan grandes conocimientos informáticos para manejar una tableta y buscar un vídeo en YouTube, y a que es fácil disponer de dispositivos adaptados a personas con alguna dificultad o menos habilidades, como teléfonos con teclados grandes, posibilidad de mandar mensajes de texto dictados, etc. Es decir, cada vez hay más facilidades técnicas para que cualquier persona acceda de manera fácil a contenidos y a redes y eso es una gran ventaja para la inclusión de las personas mayores en las nuevas formas de comunicarse. Cada vez entonces hay más «entendimiento» entre las personas mayores y las redes sociales.

Algunos datos interesantes: Pew Research, un centro de investigación de Estados Unidos, afirma que hay más de 39 millones de usuarios de Facebook, Twitter y Skype que superan los 65 años; además, según el Global Web Index, los adultos de entre 55 y 64 años son los que han impulsado el crecimiento de la plataforma Twitter en los últimos años. Estas cifras son muy relevantes no solo para ver la progresión del uso de las personas mayores, sino también para analizar qué redes son las más usadas según la generación a la que se pertenece.

Ciñéndonos a nuestro entorno, en el Estudio Anual de Redes Sociales en España de 2019 se muestran interesantes datos sobre el uso de las redes sociales y cuáles son las preferidas por franjas de edad. Un grave fallo de este estudio es que se queda en las personas de 65 años, como si a partir de ahí no hubiera población que considerar en este campo. Es fundamental incluir a las personas mayores de 65 años en los próximos estudios si se quiere tener una fotografía real de la sociedad, pues son muchas, y en aumento, las personas más de 65 años que usan internet y redes con asiduidad. Aun así, muestra datos que nos pueden resultar interesantes.

El estudio tomó en consideración redes sociales tanto a herramientas como a plataformas. Los datos muestran que el 85 % los internautas entre los 16 a los 65 años en España utilizan las redes sociales, es decir, más de 25,5 millones de usuarios en nuestro país. Los usuarios jóvenes (16 a 30 años) son quienes utilizan un mayor número de redes sociales, los usuarios de 31 a 45 años se posicionan en segundo lugar. Por otra parte, los adultos entre 30 y 45 años prefieren Facebook, YouTube, Instagram y LinkedIn y los jóvenes apuestan por otras redes sociales menos habituales, como Twitch, Telegram 21Buttons y Tumblr.

WhatsApp es la red social más transversal y mejor valorada, es decir, que está entre las preferidas por usuarios de todas las generaciones. Facebook cae al segundo lugar en la preferencia, mientras que Instagram mantiene el tercer lugar debido principalmente a su preferencia entre los usuarios jóvenes.

En cuanto a las personas mayores de 65 años, según el estudio La soledad de las personas mayores elaborado por la Asociación de Servicios Integrales para el Envejecimiento Activo (SIENA), en España, el 44 % de ellas usan las redes sociales y optan mayoritariamente por Facebook y WhatsApp plataformas que les permiten estar conectados con familiares y amigos y estar al corriente de la actualidad de forma rápida y fácil. En menor medida, pero creciendo, está Twitter, y, al igual la generación posterior a ellos, LinkedIn tiene éxito, pues les ayuda seguir al día en temas profesionales o de su actividad laboral anterior. Es decir, casi la mitad de las personas mayores de 65 años tiene actividad en distintas redes sociales, una cifra muy relevante.

Las redes sociales son una manera de estar conectado con la sociedad, ayudan a combatir la soledad y a sentirse parte de un grupo. Para las personas mayores son una distracción, pero no solo eso: permiten comunicarse de manera inmediata con la familia y los amigos, ayudan a recuperar amistades, proponen la pertenencia a grupos de interés, mantienen al día de lo que ocurre alrededor y en el resto del mundo, son fuente de información y de formación. Para las personas que viven solas en sus casas son una manera de estar conectados y combatir la soledad, para quienes viven en centros para mayores son un enlace necesario con el mundo exterior que ayuda a evitar los efectos de la institucionalización.

En definitiva, son una oportunidad a la que las personas mayores se apuntan cada vez más y que les hacen estar conectados y ser parte activa e influyente en su entorno.

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