El maltrato a las personas mayores, la lacra invisible

En todo el mundo, un numero muy elevado de personas mayores reciben malos tratos por parte de sus familias o instituciones. El más evidente es el provoca lesiones físicas, problemas emocionales o pérdidas económicas. Sin embargo, debemos ser conscientes de que el maltrato forma parte de lo cotidiano cuando la persona no reciben información comprensible, no puede acceder a determinados sitios por barreras arquitectónicas, es privada de servicios cerca de sus domicilios, como bancos o centros de salud, solo puede hacer gestiones por internet o se les relegan los tratamientos médicos.

¿Cuál es el porcentaje de personas mayores que sufren maltrato?

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado el pasado año la OMS, una de cada seis personas mayores en el mundo es víctima de maltrato y en el 90 % proviene de un familiar y el y el 33 % de los ancianos que están en residencias es víctima de abusos. Es un cálculo pues, por que se cree que solo se denuncia el 4 % de los casos; a pesar de que en muchas ocasiones el entorno conoce el maltrato este se silencia. El maltrato puede ser psicológico, físico, abuso financiero, desatención o abuso sexual.En España la cifras son algo mejores, aún así, según el informe Factores de riesgo del maltrato de personas mayores en la familia en población española, elaborado por el Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, el 0,8 % de los ancianos decía sufrir maltrato por parte de algún familiar.

Los cuidadores de personas mayores con dependencia reconocían, por su parte, tasas mayores de maltrato: en concreto del 4,5 %.
La Asociación para la Investigación del Maltrato a las Personas Mayores (EIMA) define el maltrato como «un acto o una omisión de una acción, sin importar si es intencionado o no, y que tiene como resultado el daño psicológico o físico en la persona mayor, o la vulneración de sus derechos fundamentales como persona. Este maltrato puede realizarlo un familiar, la comunidad o las instituciones». En la página web de la EIMA se pueden encontrar interesantes documentos que analizan, explica y proponen soluciones contra esta lacra social.

¿Qué es el maltrato a personas mayores?

Por su parte, la OMS, en la Declaración de Toronto, define el maltrato a las personas mayores como «la acción única o repetida, o la falta de respuesta adecuada, que provoca daños o angustia a una persona mayor y que se produce en cualquier relación donde existe una expectativa de confianza. Este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos y puede presentarse en forma de maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; violencia por razones económicas o materiales; abandono; desatención, y menoscabo grave de la dignidad y falta de respeto».
El maltrato a los mayores es un problema casi invisible.

Muy pocas personas mayores maltratadas denuncian a sus propios familiares. Las causas son muy comunes y comprensibles: el miedo a que la persona denunciada, que suele ser su propio cuidador, tome represalias y la vergüenza que supone que tu propio hijo o nieto sea quien te maltrata. También ocurre que las personas maltratadas no se ven con herramientas para denunciar, pues no sabe si pueden hacerlo, dónde, con qué procedimiento e, incluso, desconfían de la justicia. Juegan también factores psicológicos que se observan a su vez en mujeres víctimas de violencia de género o en niños maltratados, como sentirse sienten culpables o verse como una carga que justifica las acciones de los demás.

¿Cuáles son los factores de riesgo de maltrato a personas mayores?

Un factor de riego es padecer una enfermedad neurodegenerativa. La persona se vuelve más dependiente y vulnerable, más indefensa y eso aumenta la posibilidad de sufrir abusos por parte de su cuidador. A esta circunstancia se puede unir la sobrecarga de la persona cuidadora, que genera un ambiente de estrés que propicia el maltrato no intencionado. Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones quien que ejerce el maltrato no es consciente de ello. Es más, se asombraría si se le hace notar.


La OMS señala que según los últimos datos, la prevalencia del maltrato a las personas de edad, tanto en la comunidad como en las instituciones, ha aumentado durante la pandemia de la COVID-19. También señala la OMS que «a nivel mundial, se prevé que el número de casos de maltrato a las personas de edad aumente, ya que muchos países tienen poblaciones que envejecen rápidamente. Incluso si la proporción de víctimas se mantiene constante, su número en el mundo aumentará rápidamente debido al envejecimiento de la población: para 2050 el número de víctimas habrá aumentado hasta 320 millones ya que la población mundial de personas de 60 años y más se habrá incrementado hasta los dos mil millones».

Las consecuencias del maltrato son devastadoras para las personas mayores, que pueden acarrear graves consecuencias físicas, mentales, financieras y sociales, que ocasionan lesiones corporales, mortalidad prematura, depresión, deterioro cognitivo, ruina financiera y en ocasiones ingresos hospitalarios o cambiar la domicilio por una residencia para la tercera edad para no estar con la persona o personas maltratadoras.
Hay factores que aumentan el riesgo de sufrir malos tratos y sobre todos ellos la sociedad debe actuar para evitar que se produzcan.

Algunos factores son individuales como la dependencia funcional o discapacidad, una mala salud física o mental, las enfermedades mentales, el abuso de sustancias, el deterioro cognitivo, ingresos bajos ingresos o la dependencia financiera del maltratador con respecto a su víctima. La violencia de género tampoco se elimina con la edad de los matrimonios, puede incluso incrementarse cuando se llega a la edad de jubilación. Hay otros factores sociales o comunitarios, como el edadismo contra las personas mayores o la normalización de la violencia.

Las estrategias para la prevención y lucha contra el maltrato hacia las personas mayores son la disponibilidad de cuidadores que alivien la carga del cuidado, programas de administración del dinero para personas mayores vulnerables a sufrir explotación financiera, teléfonos de asistencia y alojamientos de emergencia y la participación de equipos multidisciplinarios que estén atentos y actúen de manera coordinada cuando se da un caso, puesto que se requiere responder al problema desde muchos ámbitos: justicia penal, atención médica, atención de la salud mental, servicios de protección de adultos y atención crónica.

¿Qué iniciativas permitirían reducir el maltrato a personas mayores?

La OMS, en el documento Estrategia y plan de acción mundiales sobre el envejecimiento y la salud 2016-2020 y la Década de las Naciones Unidas del Envejecimiento Saludable (2021-2030), plantea iniciativas que ayudan a detectar, cuantificar y responder al problema, entre ellas:

En primer lugar recopilar y combinar pruebas sobre la prevalencia, consecuencias, determinantes e intervenciones para prevenir y luchar contra el maltrato a las personas de edad, particularmente en los países de ingresos bajos y medianos donde los datos son limitados-

En segundo lugar difundir información a los países y prestar apoyo a las iniciativas nacionales para prevenir el maltrato a las personas de edad, y

En tercer lugar colaborar con organismos y organizaciones internacionales para impedir que el problema vaya a más en el ámbito mundial.

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