Consejos para envejecer bien

A medida que vamos cumpliendo años sabemos que hacer ejercicio siempre es bueno para la salud, pero si además se realiza un deporte cardiovascular, es decir, un ejercicio que haga que los músculos se muevan, que el corazón bombee, y que las glándulas sudoríparas funcionen (si, es bueno sudar), esto es realmente una de las mejores actividades que se pueden hacer para mantener una buena salud. Y lo que es bueno para el cuerpo, resulta que también beneficia y mucho, al cerebro. Es decir, mantener tu cuerpo ayuda también a mantener tu cerebro en forma para envejecer bien, básicamente lo que todos queremos.

Cuando ya estas por encima de los 50 y hablas con amigos, uno de los temas que he visto que se comentan es el hecho de hacerse mayor y las ganas de todos de que el cuerpo y el cerebro envejezcan “bien”. Es decir, lo que a todo el mundo le da pavor es la posibilidad de tener una demencia u otros problemas de memoria.   Como dice una amiga:  intento cuidarme por dentro, por fuera y sobre todo, cuidar a mi procesador:  mi cerebro, ya que sin él no sería yo, sería otra personalidad y eso es uno de los temas que más me preocupan. 

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Para la tranquilidad de mi amiga, ya le he explicado que cada vez existen más medicamentos que pueden ayudar a ralentizar el deterioro mental cuando aparecen los primeros síntomas. Pero parece ser que los últimos estudios están comprobando que el ejercicio cardiovascular ayuda a proteger el cerebro del deterioro cognitivo y tal vez incluso mejora el funcionamiento cognitivo si surgen problemas. Por tanto, si ejercitas tu cuerpo resulta que también mantienes tu cerebro en forma para envejecer «bien»

¿Cómo estimula el ejercicio cardiovascular a nuestro cerebro?

Hay muchas teorías, pero las últimas investigaciones que se habían centrado en cómo fortalecer el corazón han visto que al promover la salud de las arterias también se mejora el flujo sanguíneo al cerebro, así se ayuda a combatir la inflamación y a aumentar las sustancias químicas clave que estimulan el crecimiento de nuevas células cerebrales ralentizando la aparición de problemas de memoria o demencia.

Por tanto, os animo a todos a hacer ejercicio y, al menos dos días a la semana, que sea un ejercicio cardiovascular:  que te haga sudar un poco y ponga en marcha tu musculatura y tu corazón.  Tu cerebro te lo agradecerá.

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Escrito por Anna Cebrián