El ictus en personas mayores

Es un dato relevante para dar a conocer en el inicio de este artículo que el ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una de las principales causas de discapacidad y muerte en todo el mundo. Como suele pasar con otras enfermedades o patologías, las personas mayores son especialmente vulnerables a esta condición debido a los cambios fisiológicos asociados con el envejecimiento.

Pensamos que para hablar del ictus es importante empezar por describirlo. El ictus se produce cuando se interrumpe el suministro de sangre al cerebro, ya sea debido a un bloqueo en una arteria (ictus isquémico) o a la ruptura de un vaso sanguíneo (ictus hemorrágico). Como consecuencia a esta interrupción en el flujo sanguíneo hay el hecho de que no llega oxígeno y nutrientes al cerebro, lo que puede causar daño cerebral permanente en cuestión de minutos. Hay una serie de causas que nos predisponen más a sufrir ictus, y como suele pasar, hay algunas de ellas que son más habituales que otras. Las repasamos:

Causas del Ictus en Personas Mayores

  • Hipertensión arterial: La presión arterial alta es un factor de riesgo importante para el ictus, ya que puede debilitar las arterias y aumentar la probabilidad de bloqueos o rupturas.
  • Enfermedades cardiovasculares: Condiciones como la enfermedad cardíaca coronaria, la fibrilación auricular y la enfermedad arterial periférica pueden aumentar el riesgo de ictus en personas mayores.
  • Diabetes: La diabetes mal controlada puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos.
  • Hábitos de vida poco saludables: El tabaquismo, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol y la falta de actividad física son factores de riesgo modificables que aumentan las posibilidades de sufrir un ictus.

Síntomas y cómo actuar

En cuanto a los síntomas que deben ponernos en situación de alarma tanto si somos quien lo está padeciendo o una persona cercana destacan la pérdida repentina de la fuerza o sensibilidad en la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o entender el lenguaje, problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos, mareos intensos, pérdida del equilibrio o falta de coordinación y dolor de cabeza repentino y severo sin causa conocida.

Tan importante como reconocer un ictus es saber que hacer en ese momento. En una situación como está es algo fundamental actuar con rapidez para minimizar el daño cerebral y aumentar las posibilidades de una recuperación exitosa. A continuación, se presentan los pasos que se deben seguir. Reconocer los síntomas es básico y llamar a emergencias también. No obstante, algo que puede salvar vidas y minimizar la afectación posterior es bombear el corazón con las manos continuamente par ayudar al riego sanguíneo.

FInalmente, para cabar este artículo pensamos que es útil repasar algunas medidas preventivas que favorecen n estilo de vida saludable y a su vez reducen el riesgo de ictus:

  • Controlar la presión arterial: Mantener una presión arterial saludable es fundamental para reducir el riesgo de ictus. Es importante monitorearla regularmente y seguir las recomendaciones médicas.
  • Adoptar una alimentación saludable: Consumir una dieta equilibrada, baja en sodio y rica en frutas, verduras, granos integrales, pescado y grasas saludables puede ayudar a mantener un corazón y vasos sanguíneos saludables.
  • Mantener una vida activa: Realizar ejercicio regularmente puede ayudar a mantener un peso saludable y en consecuencia mejorar la circulación y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol: Fumar y beber en exceso son factores de riesgo significativos para el ictus.

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