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Reducción de la jornada laboral en residencias de mayores. Aspectos a considerar
Las conversaciones entre el PSOE y SUMAR respecto a la investidura de Pedro Sánchez como presidente de un nuevo Gobierno de coalición destacan por su agenda socioeconómica, que abarca más de 200 medidas. Entre ellas, se plantea la reducción de la jornada laboral a 37.5 horas semanales sin disminución salarial. No obstante, se debe prestar atención a otras propuestas, como la regulación del despido y un aumento adicional del salario mínimo interprofesional.
La intención es implementar gradualmente la reducción, comenzando con 38.5 horas en 2024 y culminando en 2025. Posteriormente, se establecerá una mesa con representantes sociales para evaluar los resultados y explorar nuevas reducciones, considerando las particularidades de cada sector.
En el ámbito de la atención geroasistencial, el pacto entre SUMAR y el PSOE plantea desafíos. Ante la falta de profesionales cualificados en este sector y la necesidad de atención constante, surge la pregunta de si es viable la Reducción de la jornada laboral en residencias de mayores y centros de día. La reducción, sin disminuir salarios, aumentaría la necesidad de personal, generando mayores costos y, por ende, incrementando los precios para familias y administraciones públicas.
Es crucial recordar que el sector de atención geroasistencial requiere atención permanente las 24 horas al día 365 días al año, y la reducción de jornada podría agravar la escasez de profesionales. Además, el informe de la Seguridad Social revela una brecha significativa entre la pensión media y los costos de plazas en residencias privadas.
Más particularmente, conforme al más reciente informe de la Seguridad Social, la pensión promedio en España asciende a 1.195,65 euros, abarcando diversas categorías de pensiones. Es notable que esta cifra se sitúa considerablemente por debajo de los aproximados 2.000 euros. Esta cifra representa el costo medio de una plaza en residencias privadas para personas mayores en el presente año, según el informe de Inforesidencias.com.
En cuanto a la reducción de personal, la propuesta plantea un dilema. Imaginar a todo el personal reduciendo sus jornadas podría agravar la escasez de trabajadores cualificados en un sector que ya enfrenta dificultades en este aspecto porqué son, precisamente, trabajadores lo que este sector necesita porque y los hay. La calidad del cuidado depende en gran medida de profesionales capacitados, y ajustar jornadas laborales o aumentar salarios presenta desafíos financieros y organizativos considerables.
¿Quizá hay que reducir plazas para mejorar la calidad?
La viabilidad de la reducción de la jornada laboral en residencias de mayores y aumentar salarios parece cuestionable frente al desafío de los gastos. Se necesitarán fuentes adicionales de financiamiento, un aumento en el respaldo gubernamental, mejoras en la eficiencia operativa y una mayor inversión en tecnología. En cualquier caso, se destaca la importancia de una colaboración efectiva entre el sector público y privado para abordar estos desafíos de manera clara y evidente.
El tiempo dirá
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