La felicidad cuando se vive en una residencia de ancianos. 3 consejos

Todavía a día de hoy, hay personas (aunque cada vez menos) que piensan que sentir felicidad cuando se vive en una residencia de ancianos, es algo complicado. Es decir, que son sitios donde la gente suele estar triste. Por ello, os queremos aportar 3 consejos para ayudar a un familiar a hacer la transición de su casa a vivir en una residencia de mayores

Cuando se le preguntó a Andrea García de 105 años, que vive en una residencias para personas mayores, cuál es su secreto para tener una larga vida y ser feliz, dijo: “Sentir paz en tu corazón”. Por eso le preguntamos que 3 consejos nos daría para mantener la felicidad.

Sin embargo, pocas personas mayores deciden por si mismas ir a vivir en a una residencia. Adaptarse a la vida en común en un centro puede ser un desafío para muchas personas que no quieren dejar su casa.  Además, todos los cambios son traumáticos, y dejar la casa de uno con tantos recuerdos es una decisión muy difícil para la mayoría de las personas.   Vivir en un centro de mayores puede aportar beneficios a los residentes: es un entorno de vida seguro, con ayuda para las actividades básicas de la vida diaria y dispone de atención las 24 horas, lo cual permite que las personas mayores reciban atención médica de alta calidad sin sobrecargar a sus familias.

¿Por qué es importante ser felices sobre todo cuando uno se hace mayor?

Investigaciones de todo el mundo sugieren que mantener la felicidad cuando uno se hace mayor puede tener un gran impacto en la salud mental y física, por tanto es muy importante mantener la felicidad en nuestra vida.

Aquellas personas mayores que tienen una opinión positiva sobre el envejecimiento se ha visto que tienen:

• Una reducción del riesgo de demencia en un 50 %, según un estudio de 2018 realizado por investigadores de Yale.

• Una tasa de mortalidad un 19 % más baja en comparación con las personas mayores infelices, según una investigación de la Escuela de Medicina Duke-NUS en Singapur.

• Un 44 % más de probabilidades de recuperarse de discapacidades graves, como se señaló en un estudio de 2012 de la Escuela de Salud Pública de Yale

3 consejos para ayudar al cambio (de casa a una residencia de mayores)

Os aportamos tres ideas para ayudar a una persona mayor a sentirse mejor cuando llega el momento de al ir a una residencia de mayores y poder vivir la vida plenamente y mantener la felicidad en su día a día:

1. Facilitar la transición

Mudarse es estresante en sí mismo. Además, es posible que las personas con Alzheimer o demencia no entiendan completamente por qué tienen que mudarse.

Por ello es importante:

• Explícar a su ser querido por qué sería útil mudarse a una residencia de mayores
• Acompáñarle a hacer la visita al centro, para que vea la residencia, su posible habitación, las zonas comunes de la misma y el ambiente que se respira en la misma.
• Darle un tiempo y ayudarle a “cerrar su casa” y que decida qué cuadros, muebles y otros objetos se quiere llevar a la habitación de la residencia, ya que este será su nuevo hogar y tiene que sentirlo así.

2. Nuevas relaciones

Las residencias de mayores aportan la oportunidad de construir nuevas relaciones y fortalecer las antiguas, las cuales pueden mejorar su salud y felicidad.

Las relaciones sólidas hacen que las personas sean más felices y también previenen el deterioro mental y físico con el tiempo. Al vivir en un centro con más personas, se puede entablar amistad con personas de su misma edad e incluso con el personal que los cuida.

Aquí hay algunos consejos para ayudar a su familiar una vez en la residencia:

• Anímelos a interactuar con otros residentes

• Intente visitarle a menudo

• Vea si en la residencia hay viejos amigos o vecinos o bien anímelos que también vengan de visita a la misma

• Expresar cualquier pregunta o inquietud al personal

3. Participación en actividades

Una excelente manera para que las personas mayores construyan relaciones con los demás y así favorecer la felicidad cuando se vive en una residencia de ancianos es a través de actividades. Las actividades regulares también pueden ayudar a las personas mayores a mantenerse en forma, tanto mental como físicamente.

La mayoría de residencias de mayores realizan diferentes tipos de actividades durante todo el día. Si bien no todos querrán participar, generalmente habrá una actividad que le guste más que otra. Incluso las personas mayores que sufren discapacidades o enfermedades como la demencia pueden participar en algunas actividades.

Existen muchas actividades en las residencias para poder elegir, entre ellas:

• Arte y manualidades
• Juegos de bingo
• Escuchar música
• Acariciar a un perro o gato
• Lectura
• Caminar
• Cuidar plantas / jardín
• Gimnasia/fisioterapia
• Memoria

Está comprobado que si las personas mayores «cierran» de forma correcta su casa y el traslado a la residencia se hace desde la tranquilidad y el saber que será su nuevo hogar, esta transici´ón es más meditada y la persona lo vivirá desde el sosiego y no desde la ansiedad. En una residencia pueden tener a nivel social una red de amistades, sufrirá de menos soledad y aislamiento y además, en su día a día tienen actividades y cierta espontaneidad (visitas de familiares, amigos, etc), y todo esto ayuda a mantener la felicidad y a sentirse más cuidados y arropados. Como familiar, ayúdale en este proceso ya que todos los cambios son difíciles y necesitará un acompañamiento al inicio del mismo.

Otras recomendaciones

Si estos temas como el que hemos hablado de la felicidad cuando se vive en una residencia de ancianos te interesan, hay un episodio en un podcast (solo en catalán) que entrevista a una directora de una residencia y también entrevistas a personas y familiares sobre su experiencia en dejar su casa y venirse a vivir a una residencia. Este capitulo es muy recomendable escucharlo si te ha gustado este artículo.

El podcast se llama «L’Edat del Oblit», y ha sido una iniciativa de ACRA y La Unión de Entidades, con el apoyo del Departament de Drets Socials de la Generalitat de Catalunya. Precisamente para hablar del tópico del edadismo en nuestra sociedad tocando temas desde el amor, la soledad, las nuevas tecnologías, los abusos, o la privacidad… Son temas que muchas veces se asocian de un modo negativo a las personas mayores y que acaban convertidos, de un modo involuntario, en prejuicios o tabús. Os recomendamos escucharlo (pero por ahora solo está en catalán), esperamos que hayan más iniciativas al respecto de este tema en castellano.

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